((**Es3.94**)((**It3.109**))
CAPITULO X
LA MAÑANA DE UN DIA FESTIVO EN EL ORATORIO -
COMPOSTURA DE LOS MUCHACHOS EN LA IGLESIA - LA
SANTA MISA Y LAS COMUNIONES - REPASO ESCOLAR -
CONTRARIEDADES DE DON BOSCO - DULZURA Y CARIDAD -
UNA SANTA INDIGNACION NO ES CONTRARIA A LA VIRTUD
DE LA MANSEDUMBRE
NO desagrará al lector que volvamos sobre un tema
que ya hemos tocado varias veces, pero en tiempos
distintos; nos referimos al de los días festivos
en el Oratorio de San Francisco de Sales. Nos
gusta imaginar a Don Bosco en medio del campo de
sus fatigas, contar algunos detalles de su
caridad, de la que aún no hemos hablado, revivir
aquellos tiempos primeros impregnados del espíritu
vivificante que saltaba de su nuevo Reglamento.
Para proceder con orden, vamos a comenzar por
el modo cómo se santificaba de ordinario el
domingo, y cómo, tras larga experiencia,
prescribiera don Bosco en la parte segunda,
capítulo sexto de las Reglas:
<<1. Nuestras prácticas religiosas son: la
confesión y la comunión; a tal fin todos los
domingos y fiestas de precepto se dará comodidad a
los que quieran acercarse a estos dos augustos
sacramentos.
2. El Oficio de la Virgen Santísima, la santa
misa, la lección de la Historia Sagrada o
Eclesiástica, el Catecismo, las Vísperas, ((**It3.110**)) la
plática moral y la Bendición con el Santísimo
Sacramento son las funciones religiosas de los
días festivos>>.
Añadiremos que también se rezaba una tercera
parte del rosario, unas veces por la mañana y
otras veces por la tarde.
Hubo personas piadosas, y hasta religiosas, a
quienes no parecían oportunas tantas funciones
religiosas y objetaban tener razón para temer que
los chiquillos llegaran a aburrirse de ellas. Pero
don Bosco respondía siempre lo mismo: <(**Es3.94**))
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