((**Es3.84**)
cuando ((**It3.97**)) era más
necesaria su presencia en el Oratorio. En
consecuencia, muy a menudo cambiaba estos
Superiores. Don Bosco no se desalentaba por tan
poca cosa y se encargaba de los trabajos de los
otros, esperando, sin apurarse, los nuevos
colaboradores que la Providencia le mandaría.
Por esto había escrito un Reglamento completo,
no sólo para el Oratorio del 1847, sino con
previsión de futuro. En consecuencia, establecía
al presente lo que había determinado hacer,
conforme se le presentaron los medios para
efectuarlo, por ejemplo, el rezo o el canto de
maitines del Oficio de la Virgen María cada
domingo; organizaba la Compañía o Asociación de
San Luis y una biblioteca circulante, a las que
daría vida aquel año; y al mismo tiempo hacía
alusión, como hemos visto en el capítulo anterior,
a una sociedad de socorros mutuos que fundó
posteriormente en el 1850.
Resulta digna de nuestra admiración esta
previsión; pero toca ahora a nuestra labor, más
que nada, exponer en forma exhaustiva el empeño de
don Bosco durante toda su vida para lograr que la
misión de un Oratorio festivo diera sus frutos.
Con este fin presentamos al lector la última
edición del Reglamento impreso en 1887,
comparándola con el manuscrito del 1847. Las
diferencias no son muchas; pero, en interés de la
historia, ofreceremos las distintas versiones,
poniendo en cursiva lo que don Bosco
suprimió de la primera edición y colocando entre
paréntesis lo que añadió o empezó a practicar
hacia 1852 y más tarde. Los capítulos y artículos
destinados a la dirección de los jóvenes en su
conducta moral o religiosa, los iremos colocando
en otros lugares como notas, según nos lo irá
pidiendo el desarrollo de los hechos. No es
superfluo el estudio atento de lo que debe
constituir el fin principal de nuestra actividad
religiosa. En nuestras Constituciones ((**It3.98**)) está
escrito: Primum charitatis exercitium in hoc
versabitur, ut pauperiores ac derelicti
adolescentuli excipiantur, et sanctam Catholicam
Religionem doceantur, praesertim vero diebus
festis. (El primer ejercicio de caridad consistirá
en acoger a los jóvenes pobres y abandonados y en
formarlos en la santa religión católica,
especialmente en los días festivos. 1
Nosotros, pues, referiremos primero las
atribuciones de los cargos que don Bosco había
confiado a sus colaboradores, recordando
1 Constituciones de la Sdad. de San Francisco
de Sales - I, 3. (De la traducción española,
anterior a la de 1924). (N. del T.).(**Es3.84**))
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