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Se dice 1: Entretener a la juventud los días
festivos, porque se tiene especialmente en
consideración a los jóvenes obreros, los cuales,
sobre todo en los días festivos, están expuestos a
grandes peligros morales y corporales; pero no se
excluye a los estudiantes que quieran asistir en
los días festivos o de vacaciones.-2: Con
agradables y honestas diversiones, aptas realmente
para divertirse y no para cansarse. No se
permiten, por tanto, juegos, diversiones, saltos,
carreras, o cualquier otra manera de recreo que
pueda comprometer la salud o la moral de los
alumnos.-3: Después de haber asistido a las
sagradas funciones de iglesia, porque la
instrucción religiosa es lo primero que se
pretende: lo demás es accesorio y sólo un
aliciente para atraer a la juventud.
Este Oratorio está colocado bajo la protección
de San Francisco de Sales, porque los que
pretendan dedicarse a este género de ocupación
deben proponerse a este Santo como modelo de
caridad y buenos modales, que son las fuentes de
las que brotan los frutos que se esperan de la
Obra de los Oratorios.
En el Capítulo II de la segunda parte se
exponen las condiciones para la aceptación de
muchachos en el Oratorio.-1. Puesto que el fin de
este Oratorio es tener alejados a los muchachos
del ocio y de las malas compañías, particularmente
en los días festivos, todos pueden ser admitidos
en él sin excepción de grado o condición.-2. Sin
embargo, son preferentemente admitidos y atendidos
los pobres, más abandonados y más ignorantes,
porque tienen más necesidad de asistencia para
mantenerse en el camino de la eterna salvación.-3.
Se requiere tener la edad de ocho años; por tanto,
quedan excluidos los chiquitos, que ocasionarían
estorbo y no son capaces de entender lo que allí
se enseña.-4. No cuentan los defectos físicos con
tal de que ((**It3.92**)) no sean
contagiosos o de grave repugnancia a sus
compañeros: en tal caso uno solo podía alejar a
muchos del Oratorio.-5. Que trabajen en cualquier
arte u oficio, porque el ocio y la desocupación
arrastran a todos los vicios y hacen inútil toda
instrucción religiosa. El que estuviese desocupado
y desease trabajar, puede dirigirse a los
Protectores y ellos le ayudarán.-6. El muchacho
que entre en el Oratorio debe persuadirse de que
éste es un lugar de religión, donde se desea
formar buenos cristianos y honrados ciudadanos,
por lo que está rigurosamente prohibido blasfemar,
tener conversaciones contra las buenas costumbres
o contra la santa Religión Católica. Quién
cometiere algunas de estas faltas, será
paternalmente avisado la primera vez; y si no se
enmienda, se le notificará al Director, quien lo
expulsará del Oratorio.-7. Los jóvenes díscolos
pueden también ser admitidos, con tal de que no
den escándalo y manifiesten voluntad de mejorar su
conducta.-8. No se paga cuota alguna, ni para
entrar, ni
para permanecer en el Oratorio. El que deseare
inscribirse en alguna sociedad lucrativa, puede
hacerlo en la de Socorros Mutuos, cuyas reglas van
aparte.-9. Todos son libres de frecuentar este
Oratorio; pero todos deben someterse a las órdenes
de los respectivos encargados, observar el debido
comportamiento en el recreo, en la iglesia y fuera
del Oratorio.(**Es3.80**))
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