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todos cómodamente asistir a ellas; y, donde no
haya maestro, os ruego supláis vosotros con
religiosa solicitud>>. Parecidas eran las
circulares de los otros obispos. Los párrocos
secundaron las cuidadosas exhortaciones de sus
Pastores.
También don Bosco, que hacía varios años, había
introducido la enseñanza del sistema métrico en
sus escuelas, para que sus muchachos estuvieran a
tiempo bien instruidos, eligió en el 1849 varios
maestros, hábiles y capaces, que secundaran sus
deseos. Estaba entre ellos José Brosio, el cual,
al atardecer, cerraba su negocio en la ciudad e
iba sin falta al Oratorio a dar sus lecciones.
Entre tanto, don Bosco imprimía en Paravía su
Sistema Métrico Decimal, simplificado, corregido y
perfeccionado, puesto que la primera edición,
aunque muy grande, se había agotado en menos de
tres meses. La obrita había merecido el aplauso de
todos los periódicos. Muchos maestros la habían
introducido en sus escuelas, experimentando
((**It3.599**)) que su
lenguaje sencillo, y el
estilo popular y la claridad de conceptos la
hacían asequible a las mentes de los alumnos. 1
Pero don Bosco, no contento con esto, ideó
aquel mismo año otro medio eficacísimo para
convertir el nuevo sistema en algo natural y
sencillo.
Escribió e hizo representar en su teatro una
comedia en tres actos, titulada precisamente: El
Sistema Métrico Decimal. La escena representaba un
mercado, con compradores y vendedores de distinto
género. Ignorantes los compradores de la
obligatoriedad de los nuevos pesos y medidas, o
((**It3.600**)) no
queriendo darse por enterados,
1 ARMONIA 1 de junio de 1849. Ya aparecieron
varias obras, útiles y dignas de encomio, sobre el
sistema métrico decimal. Pero don Bosco, autor de
la obrita que anunciamos, las halló poco adaptadas
a la mentalidad de muchos aprendices que la
Providencia confió a sus cuidados, ya que fueron
escritas en un lenguaje demasiado elevado y,
generalmente, no presentan la relación entre el
sistema antiguo y el nuevo, lo que constituye el
punto más importante para el gran paso del cálculo
antiguo al nuevo métrico decimal.
Don Bosco tomó de otros autores lo que le
pareció mejor y más popular, compiló un epítome
que empieza con las cuatro primeras reglas de
aritmética y pasa luego, con una forma
verdaderamente popular, a desarrollar el nuevo
sistema; lo compara con el antiguo, indica el modo
de reducir pesos y medidas a las nuevas métricas y
recíprocamente, con una simple multiplicación.
Nos faltaba en el sistema antiguo una prueba
propiamente dicha para la multiplicación; usaban
algunos la prueba del 9, pero la varidad de
fracciones la convertía en impracticable. El
sacerdote Bosco aplicó primero la regla del 9 al
nuevo sistema y encontró que en el decimal se
extiende a cualquier operación. Esta regla la
explica claramente el autor y se reduce a que,
sólo con cuatro cifras se hace la prueba de
cualquier operación de multiplicación por larga
que sea.
Vista la necesidad, cada vez más sentida, a
medida que nos acercamos a 1850, esperamos que
esta obrita resultará más agradable al público que
las demás, especialmente para aquellos que no
pueden asistir a las escuelas abiertas para este
nuevo sistema.
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