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a hacer de todo un poco: el que no es capaz de
cortarse las uñas de ambas manos, tampoco llegará
a saber ganarse el pan.
Se le acerca un chavalín quejándose de los
insultos recibidos y los desprecios que le han
hecho los compañeros. Se sienta en un taburete a
los pies de la buena mamá; está a punto de
sonreír, mientras se enjuga con la mano las
últimas lágrimas. Margarita le ha contando un
chiste y le regala un racimo de uvas.
Era admirable, en casos semejantes, para
consolar ((**It3.374**)) al
afligido. Decía:
->>Y lloras solamente por eso? Eres un
cobarde. >>No sabes que hay que tener paciencia?
Sólo en el paraíso estarás tranquilo. Porque es
sabido: no hay peor país para vivir que este
mundo. O bien: en todas casas cuecen habas y en la
mía a calderadas.
Un muchacho poco juicioso está rompiendo un
pañuelo usado para hacer una pelota o deshaciendo
un libro viejo para divertirse. Lo sorprende
Margarita, le quita aquello de las manos y le
dice:
->>Por qué lo echas así a perder? >>Que ya no
sirve? Todo sirve en este mundo: un grano no hace
granero pero ayuda al compañero.
Y repetía este proverbio cuando hablaba del
valor del tiempo, de que se debían cuidar las
cosas más pequeñas y desempeñar simultáneamente
varios oficios, cuando se podía.
Algunas veces lograba un picaruelo hurtarle una
cebolla o algo semejante, y alegre la enseñaba a
escondidillas a un compañero que estaba en acecho
observando. Sorprendíale Margarita por el rabillo
del ojo en aquel momento y le decía:
-íBravo, hombre! >>No te cosquillea la
conciencia? Claro, hay quien siente las cosquillas
y hay quien no.
Era una frase que ella repetía siempre que
alguno se excusaba al ser reprendido o decía:
>>qué mal he hecho yo?
Y cuando un alumno no se corregía de un defecto
y alguien lo excusaba diciendo que era joven y que
entraría en razón más adelante, ella respondía:
-Chi a venti non sa, a trenta non fa e sciocco
morrá. (Quien a los veinte no sabe, a los treinta
no hace y tonto morirá).
Tenía a flor de labios ciertas agudezas para
enseñar a los muchachos los principios de buena
educación, comunes a toda clase de
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