((**Es3.246**)
<((**It3.313**)) Y,
dirigida por mano divina, superará todas las
vicisitudes del mundo, vencerá a todos sus
enemigos, y avanzará a pie firme a través de los
siglos y de las revoluciones humanas, hasta el fin
de los tiempos, para formar después con todos sus
hijos un solo reino en la patria de los
bienaventurados>>.
Cuando don Bosco entregaba su libro a los
muchachos y lo explicaba lo mismo en público que
en privado, les recordaba que no se alinearan de
ningún modo con los adversarios de la Iglesia,
porque se labrarían su propia ruina: <>.
Esta segunda edición no encontró obstáculo.
Tuvo gran aceptación en las escuelas, con lo que
don Bosco alcanzó su intento. Le había costado,
sin embargo, mucho y paciente trabajo. Como quería
un estilo sencillo que la hiciese popular, tuvo la
constancia de leérsela a su madre, la cual un día
entendió al revés y creyó que Constantino había
perseguido a los cristianos. Don Bosco entonces
retocó el pasaje y no quedó satisfecho hasta ver
que su madre lo había entendido perfectamente.
También es digna de nota su reserva al
escribirla, que dio ocasión a una advertencia suya
llena de prudencia. Iba un día a Borgo Cornalense
para visitar a la Duquesa de Montmorency cuando se
encontró con el joven Carlos Tomatis. Al verle
éste en las manos las pruebas de imprenta de la
Historia Eclesiástica, le preguntó cómo se las
arreglaba cuando tenía que tratar puntos
difíciles, y, por ejemplo, tenía que hablar mal de
un personaje. Don Bosco respondió:
-Cuando puedo hablar bien, lo hago, y cuando
tengo que hablar mal, me callo.
->>Y la verdad?
-Yo no escribo para los doctos, sino
especialmente para los ignorantes y los muchachos.
Si al narrar un hecho poco ((**It3.314**)) honroso
y controvertido turbara la fe de una alma
sencilla, >>no sería esto inducirla
(**Es3.246**))
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