((**Es3.175**)
<((**It3.216**))
En el esquema presentado por don Bosco el
Arzobispo se fijaba la confesión y comunión cada
ocho días, para que la flor y nata de sus alumnos,
inscritos en esta Compañía, tuvieran una nueva
ocasión de recibir a su Divino Salvador. Con la
exhortación de frecuentar los sacramentos, que
parecía superflua, quería incitar indirectamente a
los más fervosos a comulgar también algunos días
entre semana, y la invitación a indicar los
motivos de su ausencia a los que no se confesasen
ni comulgaran, era simplemente una medida para no
faltar al Oratorio Festivo, y desedificar con ello
a los compañeros. Sin embargo, don Bosco obedeció
inmediatamente el consejo du su Arzobispo y borró,
modificó y añadió de acuerdo con lo que se le
había indicado.
Monseñor Fransoni aprobaba la Compañía de San
Luis con un rescripto autógrafo del 12 de abril de
1847; concedía 40 días de indulgencias a sus
socios, cada vez que dijeran la jaculatoria: Jesús
mío, misericordia, invocación ya enriquecida por
Pío IX con 100 días y pedía el mismo Monseñor ser
el primer inscrito en la Compañía.
El Reglamento era el siguiente, y así se
conserva todavía:
(**Es3.175**))
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