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((**Es2.76**) algún compañero le consultaba sobre el particular, mantenía una actitud reservada que detenía al preguntante; respondía brevemente y, si el caso requería largos razonamientos, le aconsejaba consultar los libros de los autores. Así nos lo contó don Giacomelli, que fue su compañero en la Residencia un año. Don Bosco añadía el estudio de la Historia Eclesiástica el de Moral y Oratoria sagrada. A ello dedicaba gran parte de las horas de descanso: se leyó por entero la obra de Orsi y consultó atentamente los Bolandistas. Fue una gran preparación para sus futuras discusiones con los protestantes. Con todo merecimiento se podía repetir de él el elogio que se esculpió sobre la tumba del teólogo Guala: Voluptatem in labore, vitam in vigilia posuit. Su privación del sueño y del descanso, particularmente en el invierno, era hija de su afán de mortificación. Tomaba por la mañana, en vez del café, que habría podido reanimarle, un trozo de pan a secas y, a menudo, hasta de esto se privaba. Ayunaba todos los ((**It2.88**)) viernes y, a menudo, también los sábados. Su madre, que iba a visitarle, le hubiera llevado muy a gusto fruta o vino, pero él nunca le pidió nada. Y si alguna vez, le llevaba algo, él lo repartía en seguida entre los compañeros, lo mismo que hacía en el seminario. Escribe don Mauricio Tirone, plébano de Salassa Canavese: <>. Monseñor Juan Bautista Bertagna nos aseguraba que su diligencia, su aprovechamiento en los estudios, su piedad singular y todas sus demás hermosas virtudes le ganaban el aprecio de sus compañeros sacerdotes y singularmente de sus superiores don Cafasso y don Guala, a quienes obedecía rápidamente sin dificultad alguna. Acostumbraban los superiores después de la comida, salir a la puerta de la Residencia, donde se repartía comida cada día a los pobres, que acudían en gran número, seguros de no tener que volverse con las manos vacías. Ciertos días de la semana, repartían también dinero a una turba de mendigos que, a hora fija, esperaban en la sacristía. Impedidos algunas veces por sus múltiples ocupaciones, y no pudiendo(**Es2.76**))
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