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CAPITULO VIII
MAS FRUTOS DE LA RESIDENCIA SACERDOTAL -LAS
LECCIONES DE MORAL -SU UTILIDAD PRACTICA
-LECCIONES DE ORATORIA SAGRADA -PROGRESOS DE DON
BOSCO EN ESTAS MATERIAS -SU AMOR A LA CASTIDAD -SU
MORTIFICACION -SU AYUDA A LOS MENESTEROSOS
YA hemos dicho algo sobre los éxitos que
alcanzaron los rectores y profesores de la
Residencia Sacerdotal de Turín en la formación del
clero piamontés. Un éxito muy señalado conviene
resaltar, para que se vea lo acertado del consejo
de don Cafasso al invitar a don Bosco a ingresar
en él para mejor prepararse a su futura misión:
fue el de haber adiestrado al clero para la lucha
contra la persecución y las dificultades que se le
avecinaban a la Iglesia. Porque, en efecto, si la
poderosa seducción que tantas víctimas acarreó
hasta en el mismo clero, preludio de la guerra
organizada por los sectarios antirreligiosos, no
obtuvo las desastrosas consecuencias que eran de
temer para la fe de los pueblos, sin duda se debió
al prudente trabajo del clero formado en la
Residencia Sacerdotal. Este clero entendió a
tiempo la táctica del adversario y, con firmeza
digna de la era de los mártires, se opuso a las
falsas libertades, precursoras de la
irreligiosidad y de la corrupción de costumbres, y
conservó y guardó en las poblaciones el fuego
sagrado del espíritu cristiano, preparando en el
silencio ((**It2.80**)) y en el
sacrificio, a una consoladora oposición contra
toda suerte de utopías.
Nos parece oportuno dar una idea del método
seguido en las lecciones de Moral. Nos referimos
particularmente a las de don Cafasso, de las
cuales ha dejado el propio don Bosco abundantes
noticias. Bien entendido que don Cafasso seguía
las normas de don Guala y que los sucesores
buscaron siempre la manera de imitar a sus
antiguos maestros.
A las clases de la mañana acudía más de un
centenar de alumnos, ya que iban a ellas
sacerdotes de todos los puntos de la ciudad. El
aula se llenaba hasta los topes; se apretujaban a
la puerta para poder (**Es2.70**))
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