((**Es2.428**)
-íHola, con que has ido otra vez con don Bosco!
El muchacho espantado escapó a todo correr y el
padre, seguido de su mujer que intentaba calmarle,
arrancando de su mano la herramienta, corría tras
él, gritando:
((**It2.571**)) -Te
alcanzaré y te mataré, aunque sea en los mismos
brazos de don Bosco.
Pero como era de edad algo avanzada, no podía
competir con la velocidad de un muchacho de
catorce años. Al llegar éste al Oratorio se
encontró con la puerta cerrada.
Duda un momento, golpea, pero no se atreve a
llamar a los de casa por miedo a ser descubierto,
y oye resonar las voces y los pasos presurosos de
sus padres. En aquel momento de angustia mira en
derredor, y al ver el moral cercano, trepa a él y
se acurruca entre dos ramas, sin atreverse a
respirar, como un malhechor que teme ser
sorprendido por la justicia.
No había hojas que le pudiera ocultar y
empezaba a deshacerse la niebla con los rayos de
la luna. Acababa de subir cuando aparecen,
jadeantes, sus padres que venían a buscarlo en
casa de don Bosco. Pasan bajo el moral sin verlo,
corren hasta la misma puerta, y golpean con toda
su fuerza, como si quisieran derribarla.
Mamá Margarita, que a la llegada del muchacho
se había asomado a la ventana y le había visto
trepar rápidamente al moral, al oír aquel ruido
descomunal y adivinando la causa, corrió enseguida
a avisar a don Bosco. Mandó éste inmediatamente
abrir la puerta, para que la furibunda pareja no
se detuviera demasiado tiempo junto al moral, con
peligro de descubrir el refugio del hijo. Marido
y mujer subieron la escalera e irrumpieron en la
habitación de don Bosco, gritando amenazadores:
-Dónde está nuestro hijo?
Don Bosco respondió resueltamente:
-Su hijo no está aquí.
-Sí que está y yo lo encontraré; rezongaba el
padre entre imprecaciones.
Y empezó a registrar la habitación, abrió los
armarios, miró bajo la cama, repitiendo
constantemente:
-Tiene que estar aquí.
-Perdone, señor; tiene la bondad de decirme
cómo se llama?, preguntó don Bosco.
((**It2.572**))
-Ninguna falta le hace: demasiado lo sabe. Soy yo
quien quiere saber en dónde está mi hijo.
(**Es2.428**))
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