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((**Es2.386**)((**It2.515**)) CAPITULO LIV CONSEJOS NO SEGUIDOS - UNA PRECIOSA SUGERENCIA - EL HIJO Y LA MADRE - FIN NOBLE Y GENEROSO - EL LLANTO DE LAS MADRES TRES meses habían transcurrido desde que don Bosco se encontraba en el seno de la familia. Gracias al reposo, a la salubridad del clima y a los amorosos cuidados de las personas queridas, podía decirse que había recobrado del todo su salud. Emocionado por las frecuentes visitas de los muchachos, que querían llevarle a Turín, presionado por las afectuosas cartas en las que le pedían su vuelta, había prometido contentarles, y los días se le hacían años para partir camino del Oratorio. Pero había cosas que le tenían perplejo y retardaban el cumplimiento de sus deseos: los amigos que se lo desaconsejaban y la crítica situación de su nueva morada en Valdocco. <((**It2.516**)) fáciles y ligeras, y así, fuerte del todo, podrás volver al tajo sin temor alguno>>. Del mismo parecer eran el Arzobispo y don Cafasso, que le habían escrito aconsejándole que continuara y asegurándole que el Oratorio estaba en buenas manos y, por tanto, podía descansar tranquilo, sin preocupaciones de ningún género. Realmente, si se consideraba el ímprobo trabajo del Oratorio, y a poco que se pensara en la débil complexión de don Bosco y las consecuencias de la mortal enfermedad, de la que casi milagrosamente acababa de escapar hacía poco, estos no eran consejos despreciables. Mas, por fortuna, un imán poderoso atraía a don Bosco a volver de nuevo a cuidarse de sus muchachos; sentía un disgusto, una pena, (**Es2.386**))
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