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que, unos años después, escribió monseñor Felipe
Artico, obispo de Asti, a propósito del sistema
métrico.
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venerables hermanos, que ocuparse de estos
estudios y enseñanzas, para instruir a los
ignorantes y librarlos del fraude, desdiga de un
sacerdote, si él por otra parte, cumple todos sus
otros deberes sagrados y tiene lejos de si todo lo
que parezca oficio profano o sórdido lucro, ya que
en el Antiguo Testamento leemos que David había
asignado a los levitas el cargo de disponer toda
clase de medidas de capacidad y longitud... 3>>.
En efecto, uno de los fines de don Bosco era la
caridad exquisita, y en ciertos casos obligatoria,
de instruir al pueblo bajo, en materia económica y
social para librarle del engaño de crueles
especuladores que podrían abusar en gran medida de
su ignorancia. Su opúsculo de ochenta páginas,
seguía el método de preguntas y respuestas.
Exponía sus intenciones y el desarrollo de su
escrito con esta Advertencia:
<>Todos pueden comprender de cuántas maneras
puede uno equivocarse, exponerse al fraude y, a
veces, a grave daño con un cambio casi total de
pesas y medidas.
1 Deut. XXV, 15 -Prov. XX, 23.
2 Eclesiástico XLII, 4.
3 I Crónicas, 23, 29.
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