Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es2.293**) tiempo, podrán confesarse otro domingo; no olvidéis que todos los domingos hay comodidad para ello. ((**It2.387**)) >>Sonó de nuevo la trompeta y todos, en orden, se pusieron en marcha. Uno de los mayores empezó el rezo del rosario y los demás respondían. Era una caminata de casi tres kilómetros; yo no me atrevía a juntarme a ellos, pero movido por la curiosidad, los seguía a cierta distancia y también rezaba. Al emprender la subida que lleva al Convento, empezaron las letanías de la Santísima Virgen. Me agradó sobremanera. Por entre las plantas, los senderos, los bosquecillos, que cubren la falda del monte, resonaba el canto y resultaba verdaderamente romántica nuestra excursión. >>Se celebró la misa, en la que comulgaron algunos jóvenes. Después de un corto sermón y la conveniente acción de gracias, salieron todos al patio del Convento para desayunar. Como me parecía no tener derecho a la refección de mis compañeros, me retiré a un lado para unirme a ellos a la vuelta. En esto se me acercó don Bosco y me dijo: >>-Cómo te llamas? >>-Pablito. >>-Has desayunado? >>-No, señor. >>-Por qué? >>-Porque no me he confesado ni comulgado. >>-No hace falta confesarse ni comulgar para desayunar. >>-Qué se necesita? >>-Apetito y ganas. >>Y diciendo esto, me llevó hasta el cesto y me dio pan y fruta en abundancia. >>Cuando bajé del monte, fui a comer, y después del mediodía volví al prado, donde la mar de satisfecho, tomé parte en ((**It2.388**)) los juegos hasta la noche. A partir de entonces, no dejé durante varios años el Oratorio ni al querido don Bosco, que tanto bien hizo a mi alma y que puso a tantos jóvenes por el buen camino. íCuántos sinsabores sufrió, qué paciencia tenía, qué maña se daba para devolver a Dios ciertos corazones soberbios, llenos de malas inclinaciones, groseros y hasta perversos! Cuando lograba hacerlos buenos, daba muestras de tanta alegría, que tenía en nada cuanto había debido soportar, y se animaba a someterse a trabajos aún más graves. >>Estuve presente a todas las fiestas y excursiones, que excitaban en nosotros un entusiasmo indescriptible. Estas giras, acompañadas de aventuras casi siempre muy agradables, y a veces no tanto, daban (**Es2.293**))
<Anterior: 2. 292><Siguiente: 2. 294>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com