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de cumplido para manifestar a los demás la propia
estima y respeto. Por el contrario, era una
palabrota de doble sentido y particularmente
insultante. Al día siguiente, de vuelta Carvallo a
la plaza, se presentó a las vendedoras y empezó a
saludarlas espetando su cumplido. Es de imaginar
la cara que pondrían aquellas buenas mujeres. Al
principio oyeron con paciencia; pero, cuando
vieron que repetía a cada instante la misma frase,
enojadas le dijeron:
-íCa dia, Monsü; ca parla ben, salu! (íOiga,
señor! íHable usted mejor!).
Carvallo no entendía aquella jerga, pero, al
verlas con los brazos ((**It2.315**)) en
jarras y enfadadas, sospechó que era una palabra
de doble sentido. Se encontró con don Bosco que
cruzaba la plaza y le preguntó el significado de
la famosa palabra.
-Por qué me lo pregunta?, le dijo don Bosco.
-Porque las vendedoras ponen mala cara, cuando
les digo esta palabra y no me tratan con la
atención de antes.
-íClaro que sí! Es un insulto muy grosero.
-íPobre de mí!, exclamó el mayordomo.
Y volviendo al mercado quiso que don Bosco le
acompañara para aclarar la cosa, pues sabía la
estima en que le tenían las vendedoras. Fue
pasando de puesto en puesto presentando sus
excusas. Las mujeres se convencieron fácilmente de
que Carvallo, como extranjero que era, no había
querido insultarlas con aquella palabrota y le
perdonaron fácilmente; tanto más, dada su
generosidad en los pagos, pues solía dar más de lo
que subían, ya que su amo no reparaba en gastos.
Se convirtió, en verdad, en comprador único en su
género, cuando llegó a hablar de modo inteligible.
Preguntaba por ejemplo:
-Cuánto vale esto?
-Una lira.
-Nada más?
-íEs su precio!
-Cuánto quiere de más?
-íVaya pregunta! Déme lo que quiera.
-Pues ahí van tres liras: contenta?
-íContentísima!
Llegó a ser, de este modo, el ídolo del
mercado.
Pero el motivo fundamental de esta especie de
reconciliación se debía a la influencia
pacificadora de don Bosco. Este suceso causó gran
hilaridad en cuantos lo supieron y particularmente
al mismo hijo escrupuloso del conde Rademaker.
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