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((**Es2.218**) I. Indulto de Altar Privilegiado dos veces por semana; favor no obtenido todavía; II. Facultad para celebrar el santo sacrificio de la misa una hora antes de la aurora y una hora después del mediodía, cuando hubiere causa justa y razonable, y sin percibir absolutamente nada en atención a este indulto, fuera de la acostumbrada limosna ordinaria; III. Indulgencia Plenaria in artículo mortis para el Suplicante, sus parientes consanguíneos y afines, hasta ((**It2.282**)) el tercer grado inclusive y otras cincuenta personas a elección y arbitrio del Orador. Que Dios etc. A S.S. GREGORIO PAPA XVI Con ocasión de la audiencia del Santísimo - A 18 de abril de 1845 S.S. el Papa remitió la súplica al arbitrio del Ordinario, con las facultades necesrias y oportunas al efecto de permitir que el Orador, mediando un justo y razonable motivo, pueda celebrar el santo sacrificio de la misa una hora antes de la aurora o una hora después del mediodía, con tal de que, en atención a ese favor, no perciba sino la acostumbrada limosna normal. No obstante cualquier disposición en contrario. En lo demás, condesciende a la gracia que se pide, en la forma acostumbrada por la Iglesia, y prescrita por la Sede Apostólica. Por el Card. A. DEL DRAGO L. AVERARDI, Sustituto. Con profundo respeto y con viva alegría recibió don Bosco el Rescripto que le permitía mostrar su gratitud a sus bienhechores. Tal vez, la primera que disfrutó de esta indulgencia fue la señora Herminia Agnese, de la nobilísima familia Provana del Sabbione, esposa del conde Carlos Alberto Cays, amigo desde entonces de don Bosco y admirador de sus virtudes. Don Bosco se apresuró a comunicar al Conde y a la Condesa que quería hacerles partícipes del insigne favor concedido por el Pontífice, y aquellos señores le recibieron con gran alegría y le invitaron a comer con ellos. Pero, como no era todavía la hora de sentarse a la mesa, le acompañaron a un elegante salón donde pudiera ((**It2.283**)) aguardar libremente con sus papeles que siempre llevaba consigo. Y sucedió entonces una pequeña anécdota que luego nos contó el mismo Conde: <(**Es2.218**))
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