((**Es2.20**)
desarrollará ((**It2.11**)) con toda
su pujanza: y un día veréis vosotros la rica
cosecha que nacerá de esta pequeña semilla.
>>En el camino, que trazamos a nuestros
hermanos, hay grandes obstáculos que vencer y
dificultades de toda suerte que superar. Se
triunfará con la experiencia y con la astucia. La
finalidad es tan halagadora, que es necesario
desplegar al viento todas las velas para
alcanzarla. Queréis revolucionar a Italia? Buscad
un Papa como el que os hemos presentado. Queréis
establecer el reino de los elegidos sobre el trono
de la prostituta de Babilonia? Haced que el clero
camine bajo vuestras banderas, creyendo que camina
bajo la bandera de las Santas Llaves. Queréis
hacer desaparecer hasta el último vestigio de
tiranos y opresores? Arrojad vuestras redes como
Simón Barjona: no las echéis al fondo del mar,
sino al fondo de las sacristías, de los seminarios
y de los conventos: y, si no os precipitáis, os
prometemos una pesca más milagrosa que la de San
Pedro. El pescador de peces se convirtió en
pescador de hombres; vosotros pescaréis amigos a
los mismos pies de la Cátedra Apostólica. Vuestra
pesca será una revolución con tiara y manto,
llevando al frente la cruz y el estandarte; una
revolución que no necesitará sino un leve impulso
para encender la llama por los cuatro costados del
mundo.
>>Por consiguiente, que todos los actos de
nuestra vida tiendan a describir esta piedra
filosofal. Los alquimistas de la edad media
perdieron tiempo y dinero en la búsqueda de este
sueño. El sueño de las sociedades secretas de
tener por cómplice un Papa, será una realidad por
la sencilla razón de apoyarse sobre las pasiones
del hombre. No nos desanimemos, pues, por una
equivocación, por un revés o por una derrota:
preparemos nuestras armas en el silencio de
nuestras Logias, dirijamos al blanco todas
nuestras baterías, excitemos todas las pasiones,
lo mismo las más despreciables que las más
generosas: y todo nos hace creer ((**It2.12**)) que este
plan resultará un día mucho más eficaz de lo que
podamos imaginar>>.
Frustrados los movimientos de 1821, los
cabecillas enviaron nuevos consejos a sus adeptos:
<(**Es2.20**))
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