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((**Es2.198**) pintar, en la pared de entrada al nuevo edificio destinado para los capellanes, la figura de San Francisco. En segundo lugar, porque el ministerio que don Bosco había empezado a ejercer con la juventud, requería mucha paciencia y mansedumbre; por eso quería él ponerse bajo la protección de un santo que fue modelo perfecto de esta virtud. Y una tercera razón le animaba a ello: empezaban a insinuarse por entonces, entre el bajo pueblo del país, sobre todo en Turín, varios errores, especialmente el protestantismo. Don Bosco quiso por este medio ganarse la protección de este Santo, para que le obtuviera del Cielo aptitud especial para llevar almas al Señor, luz y fortaleza para combatir con eficacia a aquellos mismos enemigos de los que él había triunfado tan espléndidamente en su vida mortal, para gloria de Dios y de la Iglesia y provecho de innumerables cristianos. Creía, en suma, que el espíritu de ((**It2.254**)) San Francisco de Sales era el más adaptado a los tiempos para la educación e instrucción del pueblo. Don Bosco conocía minuciosamente la vida y los escritos de este admirable Apóstol. Ya entonces y en adelante solía recordar a los jóvenes en sus charlas alguna máxima o algún hecho del mismo. Procuraba, sobre todo, presentarles la dulzura de su corazón, con la que había conducido al seno de la Iglesia a tantos herejes. <>. Con la capilla del gran obispo de Ginebra, el Oratorio se iba encarrilando. Escribe don Bosco: <>. No es fácil expresar lo que don Bosco trabajó para buscar personas de buena ((**It2.255**)) voluntad que le (**Es2.198**))
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