((**Es2.163**)
los reinos de Ava y Pegu 1 para predicar la
verdadera religión; en 1842 les había sido
confiada enteramente esta misión con un Obispo de
su Congregación, y obtenían ((**It2.204**))
abundantes frutos apostólicos. Don Cafasso, a
quien no se le escapaba ningún detalle, le dijo
que estudiara francés y los rudimentos del
español; pero cuando vio que empezaba también con
la gramática inglesa, le dijo sin más:
-íUsted no debe ir a las misiones!
Don Bosco le preguntó:
-Se puede saber por qué?
-Vaya, vaya, si puede; con que no es usted
capaz de viajar una milla y estar un minuto en un
coche cerrado sin sentir graves molestias de
estómago, como tantas veces lo ha experimentado, y
quiere atravesar el mar? íSe moriría en el camino!
Así que también este proyecto se esfumó, no
tanto por la dificultad, que no era insuperable,
cuanto por la obediencia al consejo de su
Superior.
Pero había otras ideas que llenaban su mente
sin descanso, especialmente al acabar su tercer
curso de moral. Sentía íntimamente una estima
singular, un amor vivísimo por todas las Ordenes y
Congregaciones religiosas. Destinado como estaba
por Dios a fundar la Pía Sociedad de San Francisco
de Sales, se creía y se sentía llamado al estado
religioso. Así lo decía él mismo durante los
primeros años del Oratorio a su alumno don Angel
Savio. Estaba tan convencido de esta su vocación,
que por otra parte le parecía había de
suministrarle los medios para entregarse al
cuidado de los niños, que cuando visitaba el
Santuario de Nuestra Señora de la Consolata, 2
hablaba de ello con los Oblatos de María. Y así,
ya sea porque la antigua idea de ingresar entre
estos religiosos se hubiese despertado en él con
más viveza, ya sea porque quisiera sacar a don
Cafasso de su prudente reserva, por la cual aún no
le había respondido con autoridad de Superior
sobre su vocación especial, se presentó a él y le
expuso su nuevo proyecto. El santo sacerdote
escuchó en silencio sus planes y razonamientos, y,
cuando don Bosco acabó de hablar, ((**It2.205**)) le
respondió seca y terminantemente: -íNo!
Quedóse don Bosco extrañado del tono enérgico
de su voz, pero no quiso preguntar el motivo de su
negativa. Y siguió rezando fervorosamente para que
la Santísima Virgen le indicara el lugar y la
1 Ava y Pegu: pertenecen a Birmania.
2 Consolata: La Virgen del Consuelo es el
santuario de la Patrona de Turín. (N. del T.)
(**Es2.163**))
<Anterior: 2. 162><Siguiente: 2. 164>