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((**Es19.37**)((**It19.32**)) CAPITULO II DE COMO SE LLEGO AL PROCESO ORDINARIO APENAS si habían pasado veinticuatro horas, desde que los restos mortales de don Bosco reposaban en la paz de la cripta de Valsálice, cuando el Capítulo Superior, bajo la presidencia de don Miguel Rúa, se reunía y empezaba a ocuparse de la eventualidad de tener que promover cuanto antes la Causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios. La fama de santidad que abundantemente le había circundado en vida, tomaba cuerpo cada día más con la opinión difundida de que, sin lugar a dudas, la Iglesia le elevaría al honor de los altares; y más aún, eran muchos los autorizadísimos Prelados que, no sólo se mostraban del mismo parecer, sino que pedían a los Superiores de la Congregación que apresuraran los preparativos para el día no lejano en que hubieran de empezar los procesos. Movido por estas consideraciones, el Director espiritual, don Juan Bonetti, presentó a los Capitulares el caso, leyéndoles mientras tanto dos decretos de Urbano VIII sobre el procedimiento a seguir respecto a los muertos en olor de santidad. La finalidad era la de tener exacto conocimiento para evitar oportunamente que se hiciese o se permitiera hacer algo contra las disposiciones en ellos contenidas. Se estableció, pues, convertirlos en norma de conducta, para que, si a Dios pluguiera glorificar en este mundo al santo fundador, no surgiera nada que obstaculizase o entorpeciese la marcha de la Causa. La más urgente preocupación ((**It19.33**)) debía ser la de no admitir, en ninguna parte, actos que tendiesen a favorecer el culto del Siervo de Dios. Al día siguiente a esta sesión anunció don Miguel Rúa al Capítulo que el cardenal Parocchi, vicario de Su Santidad y protector de los Salesianos, aconsejaba empezar las diligencias ante el Arzobispo de Turín, para dar principio a los actos preparatorios del proceso. Con la misma fecha del ocho de febrero enviaba don Miguel Rúa una circular a todos los Directores, disponiendo los sufragios que debían hacerse sólo una vez en todas las casas y también en todo aniversario; lo cual no le impedía añadir para los aniversarios la cláusula: <>.(**Es19.37**))
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