((**Es19.350**)
a prestar su asentimiento. Pues los
Bienaventurados de quienes os ocupáis, aunque
brillan como estrellas con diverso esplendor en
los fastos de la Iglesia, sin embargo, todos
sobresalen de tal modo por la gloria de sus
virtudes y por los admirables signos realizados
por Dios mediante ellos, que se manifiesta
elocuentemente cuán poderosa es la obra de la
divina Redención para modelar santísimamente los
espíritus y realizar grandes empresas.
Esto es lo que hicieron egregiamente los Beatos
Confesores Juan Bosco y Pompilio María Pirrotti,
quienes no sólo tendieron con sumo empeño a las
más altas cumbres de la santidad, sino que cada
uno, según la condición de los tiempos,
instruyendo especialmente a la juventud en los
preceptos y costumbres de la religión cristiana,
trabajó personalmente y por sus seguidores en la
extensión del reino de Cristo.
Lo mismo hicieron la Beata Micaela del
Santísimo Sacramento y la Beata Luisa de Marillac;
las cuales, en medio de sus agitadísimos tiempos,
cuando los hombres necesitaban sobre todo las
ayudas y consuelos de la caridad cristiana, se
esforzaron tan ingeniosa y vehementemente en
conseguirla y llevarla a la práctica, que no
desatendieron ningún género de calamidad y
aliviaron, en la medida de sus posibilidades, toda
enfermedad de los cuerpos y de las almas.
>>Cómo, pues, no va a desear el Papa
ardientemente coronar con la diadema de la
santidad a estos Bienaventurados ciudadanos del
Cielo y proponerlos a la contemplación e imitación
de todos?
No obstante, quiere que en un asunto sin duda
importantísimo y estrechamente vinculado con la
integridad de la religión católica, no se pase por
alto, bajo ningún concepto, ninguna norma
establecida por sus predecesores. Por eso juzga
necesario, antes de pronunciar la sentencia de su
inviolable magisterio, que se celebre el así
llamado Consistorio semipúblico, en el cual
pedirá, según costumbre, su juicio a los Padres
Cardenales, Patriarcas, Arzobispos y Obispos
presentes. Y os invita a todos a rogar para
alcanzar del Espíritu Santo la abundancia de la
luz divina.
((**It19.426**))
15
Respuesta del Papa a las tres
instancias
(La traducción castellana se encuentra en las
páginas 177, 178, 179
correspondientes del texto)
AL INSTANTER.-Dum nostra hac aetate victoriae
palma, magno cum admirantium plausu, iis interdum
tribuitur, qui in causa vel nullo vel fere nullo
praeconio digna primas obtinent, haec sollemnia,
quibus christiani herois nomen consecratur,
videntur equidem non sine gravi monitu atque
exemplo celebrari. Tantum enim christianae
sanctitudinis laudes fluxae ac periturae hominum
gloriae antecellunt, quantum terrae praestat
pulcritudine caelum, quantumque sempiternae
beatitatis gaudia miseras caducae huius vitae
voluptates exsuperant atque evincunt. Ut igitur
per sollemnes huiusmodi caerimonias, quibus
iubilaris anni cursus decoratur eiusque augentur
salutares fructus non tam ad germanae sanctimoniae
praestantiam satius altiusque reputandam, quam ad
rectum atque arduum eius iter volenti animo
ingrediendum excitentur omnes, Beatissimus Pater
vehementer exoptat. Id profecto fiet per legitimam
loannis Bosco consecrationem, a Romano Pontifice
peragendam; Ioannis Bosco, dicimus, Italiae
totiusque Ecclesiae decoris; Ioannis Bosco, qui
non modo ad evangelicae perfectionis fastigium
totis viribus citatoque gradu contendit,
(**Es19.350**))
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