((**Es19.286**)
Ilustró a continuación la benéfica actividad
desplegada por el italianísimo Santo en el campo
de la juventud. <>.
Después, tras haberse referido a cosas ya
dichas por De Vecchi en el Capitolio colocando la
figura de don Bosco en la perspectiva del
Resurgimiento italiano, habló del sistema
educativo del Santo. Y recordó, cómo, siendo él
Ministro de Educación Nacional, había introducido
en el programa de las escuelas de magisterio,
entre las obras clásicas de pedagogía, el método
del santo sacerdote de I Becchi, método inspirado
únicamente en la pedagogía práctica, vivida, pero
no escrita. Don Bosco se oponía al pedantismo
intelectual de un siglo infecundo y luchó por la
libertad cristiana del muchacho y por la escuela
sincera mucho más y mejor que tantos pedagogos
modernos. Porque él tiene un amplio concepto de la
((**It19.345**))
libertad de los jóvenes, que no deben ser frenados
por una disciplina rígida, austera, con la cual
puede obtenerse ciertamente el silencio y la
compostura exterior, pero que no favorece, sino
que retrasa el desarrollo de las facultades
espirituales. <>. Nada de poner barreras entre el maestro y
los alumnos, sino amor. <<>>Queréis ser amados?
Amad>>, decía don Bosco. Ese es el gran principio
que informa su método educativo: el amor.
Recordó también el orador el encuentro del Papa
Pío XI y don Bosco para pasar rápidamente a la
exaltación del Santo, realizada el domingo de
Pascua en Roma, y terminar diciendo: <>.
La viva atención del público, los repetidos
aplausos y la ovación final demostraron lo mucho
que el orador había sabido ganarse el
consentimiento de todo el auditorio. Con muestras
de universal simpatía fue saludado don Pedro
Ricaldone, que se levantó para agradecer
(**Es19.286**))
<Anterior: 19. 285><Siguiente: 19. 287>