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todas las autoridades; y entregó luego a la
Princesa un magnífico cestillo de rosas y
violetas. Apareció después en el palco el orador
oficial. Era el senador Pedro Fedele, catedrático
de Historia medieval y moderna en la Universidad
de Roma, Ministro de Estado y exministro de
Educación Nacional.
Comenzó su discurso con la exaltación de Turín
y del pueblo piamontés; recordó los contratiempos
sufridos por la ciudad saboyana a través de los
siglos; la floración de hombres santos, justamente
enviados por la Providencia para acarrear
adecuados remedios a los males que afligen nuestra
tierra; la situación de la capital piamontesa a
principios del ochocientos, aquella Turín que
vieron y amaron S. José Cafasso, San José B.
Cottolengo, San Juan Bosco. Y al llegar aquí, hizo
revivir uno de los encuentros más significativos
de Cottolengo y don Bosco, en el cual el Santo
Fundador de la Pequeña Casa tuvo una clara y
lucidísima visión de la obra que iniciaría el
humilde sacerdote de I Becchi.
-Don Bosco, díjole en aquella ocasión
Cottolengo, tiene que ponerse una sotana más
fuerte, para que los muchachos se le puedan colgar
sin rompérsela, porque íun día serán muchos los
que se le colgaran!
íMaravillosa profecía! <>.
((**It19.344**)) A
continuación el ministro Fedele examinó
detalladamente la grandiosa Obra creada por el
Santo. Describió con conmovedoras expresiones la
primera conquista espiritual de don Bosco, la del
pobre huérfano, recogido de la calle, el día de la
Inmaculada de 1841, hasta llegar al 1846, cuando
el Fundador de los Salesianos tenía ya en torno a
sí más de cuatrocientos muchachos y podía disponer
de una casa. Por fin, llegó al 1875, cuando
partieron los diez primeros Salesianos misioneros
hacia América.
-íQuién sabe, había dicho don Bosco, si no será
esto como una simiente de mostaza o de mijo, que
se vaya extendiendo para hacer un gran bien!
La realidad superó toda suerte de previsiones.
Cuando él cerró los ojos, el año 1888, el granito
había fructificado maravillosamente. Hoy es un
árbol gigantesco, cuyas ramas hacen sombra por
toda la tierra. <>.
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