Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es19.283**) vivido hoy una de sus más solemnes jornadas. Don Bosco, su Santo, otro San Juan con el mismo nombre que el Santo Protector en los siglos de la Ciudad Fiel, ha recibido hoy los honores más altos de su gloria en los lugares donde más intensamente trabajó. Su cuerpo ha cruzado la ciudad en medio de las muestras de la más alta devoción de todo un pueblo. Las inclemencias del tiempo no han podido apagar el gran fervor de la amorosa piedad cristiana: diríase, en cambio, que lo ha reavivado ícomo siempre reaviva la religión cristiana en las adversidades! Todo un pueblo ha acompañado procesionalmente la urna del Cuerpo Santo: una admirable aristocracia del valor, del sacrificio, del ardor patriótico la ha acompañado. En el pueblo que la precedía, era escaso el pasado, había pocos viejos, no eran muchos los del presente: casi todo era el porvenir, había decenas y decenas de millares de jóvenes, los predilectos de don Bosco. Y todos le invocaban en alta voz ((**It19.341**)) con un solo canto, que no era monótono, porque era la viva invocación de todos: <>. (Don Bosco vuelve entre los jóvenes hoy.) Un exalumno francés que, para participar en la manifestación y encontrarse de nuevo en su oficina el lunes siguiente, debió pasar dos noches en el tren, dejó una tarjetita en la Dirección del Bulletin, en la que había escrito: <>. (**Es19.283**))
<Anterior: 19. 282><Siguiente: 19. 284>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com