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((**Es19.201**) modo se refería ((**It19.238**)) a las peregrinaciones, que ya se anunciaban por todas las partes del mundo. Y como se preveía que la prensa se iba a ocupar ampliamente del futuro Santo, el Rector Mayor, en cuanto empezó a delinearse como propicia la marcha de la Causa, tuvo la prudencia de estar alerta contra el peligro de que la gran figura de don Bosco sufriera alteraciones ante el público; pues era de temer que se la redujera a la única proporción de fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. íY eso había que evitarlo! La misma Iglesia había reconocido oficialmente la universalidad de su misión; su apostolado se había desplegado con el mismo poder en todos los campos y en todos los climas. Por eso don Pedro Ricaldone lanzó el veintiséis de junio la palabra de orden a los Directores Diocesanos y a los Decuriones de los Cooperadores reunidos en Valdocco: Conservemos la figura de don Bosco como nos la ha dado el Señor. El Boletín de septiembre dio a esta consigna amplia publicidad. Varios periódicos, entre los cuales la Tribuna del día once de octubre, la publicaron, con algunos comentarios. La fervorosa espera iba creciendo a medida que pasaban los días. (**Es19.201**))
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