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entrado 1- con estas dos familias y con todos los
que viven de sus obras y las ayudan, con las
oraciones y con sus socorros, Nos queremos
felicitarlos.
En dos ocasiones importantes resonó todavía en
labios del Papa el recuerdo de la Beatificación de
don Bosco. La primera fue ante un grupo de ciento
cincuenta Cooperadores Salesianos de Holanda, el 2
de octubre de 1933. Camino de Roma para lucrar la
indulgencia del Año Santo, convocado para
comemorar el decimonoveno centenario de la
Redención, habían visitado Turín y la casita
nativa de don Bosco. El Papa, después de
manifestar la alegría experimentada con la visita
de aquellos queridos hijos de la pequeña Holanda,
pero grande por su celo de apostolado misionero y
la acción católica, añadía a continuación
amablemente: <>.
Delineó después rápidamente el programa del
Cooperador Salesiano <> e ilustró el sentido del mismo
diciendo: <((**It19.223**)) con el
del Redentor, debe animar a todos los hijos a
trabajar con celo y entusiasmo muy particular para
realizar en sí mismos y difundir el gran programa,
que es la principal finalidad de este Año Santo>>.
La segunda de las dos ocasiones señaladas
presentósele al Padre Santo en la audiencia
concedida a los alumnos del Colegio Salesiano de
Frascati, que fueron a la Ciudad el veintisiete de
octubre para ganar el Jubileo. <>.
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