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interés a las necesidades de las nutridas
comitivas que a las de los peregrinos aislados.
Hay que poner de relieve para la historia el
comportamiento de la prensa de todo color. Las
fiestas del Beato don Bosco tuvieron en ella tales
crónicas de alabanza pública que, como muy bien
observó el senador Marqués Felipe Crispolti 1, no
se habría concebido unos años antes. En este noble
aspecto se distinguieron, tanto como los demás,
aquellos periódicos en cuyas columnas había sido
don Bosco olvidado a menudo, contrariado o burlado
mientras vivió. Por la gracia de Dios, la llegada
del Fascismo había cortado la política irreligiosa
o antirreligiosa de otro tiempo y la prensa se
adaptaba a las nuevas normas.
Los sesenta y un Obispos que habían participado
en el triunfo de don Bosco, se llevaron a sus
sedes un recuerdo tan agradable, que se
apresuraron a escribir a don Felipe Rinaldi cartas
desbordantes de afectuosa y agradecida admiración.
El cardenal Gamba, una vez terminado el triduo,
quiso transmitir al Padre Santo una relación fiel
de los honores tributados en su Turín a don Bosco,
describiendo su carácter eminentemente religioso.
El Papa, por medio del cardenal Gasparri,
Secretario de Estado, envióle una bonita
respuesta, en la que se lee entre otras cosas:
<((**It19.202**)) y
especialmente el concurso de tanta gente a la
función religiosa y a los Santos Sacramentos, son
una pública manifestación de fe y piedad, que no
pueden dejar de conmover vivamente el corazón del
Padre Santo>>.
Después de un triunfo tan espectacular venía a
la mente la profecía de Renán 2: <>, El oráculo
peseudo-científico no podía ser desmentido más
clamorosamente. Al elevar Roma a don Bosco al
honor de los altares, no había hecho más que dar
forma canónica a un culto popular, popularísimo,
si bien con popularidad contenida, porque así lo
quiere la disciplina de la Iglesia. Pero, apenas
habló Roma, viose que, si todavía viviéramos en
los tiempos en que el pueblo cristiano incensaba y
elevaba preces públicas a los hombres muertos en
olor de santidad, pocas canonizaciones del pueblo
habrían sido más rápidas y más universales que la
canonización de don Bosco.
1 L'Italia de Milán, 14 de junio.
2 Etudes d'Histoire religieuse.
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