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fieles en la Basílica de María Auxiliadora 1. Todo
se realizó en presencia del cardenal Gamba.
Colocada la tapa sobre el cofre, subióse la urna a
un vehículo preparado de intento. Era un chasis de
automóvil, ofrecido por la Casa Lancia. Iba
cubierto por un rico paño granate oscuro, que
tenía, en derredor, ((**It19.187**)) un
cordón dorado. Llevaba fijas a los lados seis
gruesas anillas y la delimitaba por atrás una
barra transversal de latón. Alrededor de la urna
veíase una especie de arriate de rosas y
siemprevivas que daba al conjunto un aspecto de
alegría. Un mecánico invisible guiaba el coche,
empujado a mano por los lados y por la parte
posterior. La urna pasaría de este modo
resplandeciente en lo alto en medio de la marea
del pueblo.
La bajada desde Valsálice fue verdaderamente
triunfal. Cuando la urna salió del Colegio, el
grupo duodécimo, seguido del décimo tercero, ya
estaba a punto de entrar en el Puente Humberto. Lo
último era la urna. Delante de ella iban los
mitrados salesianos con la majestuosidad de sus
ornamentos; cerraba la fila el Eminentísimo Hlond,
envuelto en la grandiosidad de la Púrpura sagrada.
Iba tras él el Rector Mayor don Felipe Rinaldi con
el Capítulo Superior, el conde Rebaudengo y el
abogado Masera, presidentes internacionales de los
Cooperadores y de los exalumnos. Una gran cantidad
de pajecitos prestaba al grandioso cuadro una nota
de gracia y de color.
Empujaban la urna los presidentes de las
Asociaciones de Profesores Don Bosco, organizadas
en las principales ciudades italianas, y los de
las Asociaciones de Exalumnos; la escoltaban
treinta carabineros con uniforme de gala.
Inmediatamente detrás de la urna, descubríase la
querida figura del cardenal Gamba, cercado de
prelados, canónigos
1 El cofre de madera había sido hecho por los
alumnos de San Benigno Canavese, de acuerdo con el
dibujo del arquitecto salesiano Valotti. Tiene
cuatro angelitos alados, de pie, en los cuatro
ángulos, sobre el relieve de la moldura que separa
la urna de su base, los cuales sostienen un festón
de frutas simbólicas. En el centro de los lados,
sobre la moldura que corona la urna, resaltan, a
la derecha el escudo de Pío XI, y a la izquierda
el escudo salesiano, anudados ambos por cintas en
el arranque de dichos festones. Los lados mayores
y menores están cerrados por cristales, que
permiten ver completamente el cuerpo, revestido de
la forma ya descrita. Cubre la urna una tapa
movible de perfil convexo, tallada en forma de
escamas con capullos en las cuatro esquinas, y
limitada en la parte alta por dos listones y un
cordón. La base, separada del cuerpo de la urna y
con una gran gola derecha, lleva en los dos
extremos los pequeños escudos de los salesianos y
de las Hijas de María Auxiliadora con ricos
festoncitos de hiedra que se enlazan, como símbolo
de reconocimiento de los exalumnos y de las
exalumnas. Por ambas partes tiene la gola
abundantes adornos con flores, y entre ellos
medallones con cabezas de serafines. En los
paneles se ven palmas, rosas, lirios, olivos,
encinas, que simbolizan la gloria, la caridad, la
pureza, la bondad, la fortaleza, preclaras
virtudes del Beato. Los bordes de la gola, cerrada
con un acial y un listón, están adornados con
hojitas de acanto. La base se apoya sobre cuatro
robustas garras de león, símbolo de la solidez de
la Obra del Beato.
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