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para el cansancio de don Bosco, que pudo gozar un
poco de paz y entretenerse con sus hijos de
Sarriá.
Pero toda regla tiene su excepción. En efecto,
a pesar de la ((**It18.92**))
suspensión de las visitas, recibió la del señor
Mas con su esposa y su hijo. Dirigía este señor
una fábrica de tejidos, la más importante de
Barcelona, en el lugar donde hoy tiene su sede la
Escuela Industrial.
Era un hombre muy apreciado, católico practicante
y quería una bendición especial de don Bosco para
sí y para los suyos. Aunque obtuvo la audiencia
con alguna dificultad, permaneció con él más de
una hora y, al despedirse, don Bosco le abrazó con
fuerza unos segundos y le dijo al oído unas
palabras que nunca reveló del todo a nadie.
Solamente dos años después, encontrándose a punto
de muerte, llamó a su esposa y le dijo que se
preparara también ella porque, dentro de poco, los
dos se encontrarían en la eternidad, como se lo
había dicho don Bosco. La mujer, en efecto, murió
un mes más tarde.
El difunto había dejado a su hijo José un gran
crucifijo, regalo del siervo de Dios. Este hijo,
que ahora (1935) tiene setenta y tres años, cuando
en el 1934 le asaltó una pulmonía fulminante, de
la que no sabían los médicos cómo librarlo, se
puso al cuello aquel crucifijo y en pocos días,
con gran asombro de los médicos, quedó
perfectamente curado.
El jueves santo por la tarde acompañó don
Narciso Pascual a don Miguel Rúa y a Viglietti a
visitar las siete iglesias. Como testimonio de la
piedad española, tan viva entonces, reproducimos
una página de la carta de Viglietti a don Juan
Bautista Lemoyne. <((**It18.93**)) ni
trenes; en el día de hoy, no se reparte el correo
y todas las fábricas y tiendas están cerradas.
Hasta el mediodía del sábado, no se rompe este
silencioso encanto. El soldado español tiene
obligación de oír la santa misa todos los
domingos>>.
Reapareció la obsesa del día veintiuno. Se
agitaba como un demonio;
pero, apenas recibió la bendición de don Bosco, se
recuperó, abrazó y besó repetidas veces la medalla
de la Virgen, dando gracias a don Bosco.(**Es18.88**))
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