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aquellos señores una medalla de María Auxiliadora
y dioles después su bendición.
Poco más tarde, resultó interesante contemplar
el interés con que escucharon sus palabras el
Director de El Correo Catalán y un numeroso grupo
de estudiantes universitarios y representantes de
las escuelas nocturnas de Barcelona. Y, cuando
éstos salieron, entró el Provincial de los
Jesuitas con algunos padres.
((**It18.77**)) Al
anochecer, dio la banda un concierto en el patio,
todo él iluminado, y se clausuró la jornada con
fuegos artificiales. Ante la avalancha de gente
que acudió, hubo que dejar las puertas abiertas
para contentar a todos. También don Bosco quiso
gozar del espectáculo; pero, en atención a sus
ojos, casi no los abrió más que para mirar un
hermoso globo que se elevó a los aires, llevando
escrito con grandes caracteres su venerado nombre
y que voló después majestuosamente sobre la ciudad
de Barcelona.
LUNES, 12 DE ABRIL
En el Diario de Barcelona, citado, apareció un
segundo artículo, tejiendo un magnífico elogio a
don Bosco, a su obra mundial y a los Talleres de
Sarriá. El Director del diario había admirado, en
su visita del día anterior, la fisonomía de don
Bosco con destellos de santidad, inteligencia
superior y una voluntad indómita.
íCómo gozaba siempre don Bosco con los
encuentros de antiguos alumnos del Oratorio! Uno
de ellos, un tal Santiago Gherna, domiciliado en
Barcelona, se apresuró a ir a verle y besar
efusivamente su mano. Hacía años que padecía
dolores en las piernas y sufría tanto que le costó
mucho llegar hasta Sarriá. Cuando estuvo ante su
bienhechor, le contó la historia de sus
padecimientos y le dijo don Bosco:
-No le des importancia, estáte tranquilo.
Al decir esto le tocó las rodillas y después
empezaron a evocar escenas de los primeros tiempos
del Oratorio, recordando personas y episodios.
Gherna se acordaba muy bien de que le había dicho
a don Bosco el año 1860, cuando se despidió de él:
-íVenga un día a Barcelona!
A lo que don Bosco le había contestado con un
tono, que él siempre consideró como la afirmación
de algo seguro:
->>Y quién lo sabe?
-Y ahora, exclamaba, se ha cumplido aquel quién
sabe.
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