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((**Es18.682**) 94 Carta del barón Héraud a don Bosco Muy querido don Bosco: Al acercarse las fiestas navideñas, es grato a mi corazón dirigime a usted para deseárselas muy buenas y felices, presentando mis peticiones al Divino Niño para que don Bosco, con las piernas reforzadas, pueda salir de su habitacioncita, y, sin necesidad de brazos ni bastones, hacer de nuevo el camino de la iglesia y también el del comedor de la comunidad. Como copero emérito, aunque no participante, desearía ver en esto a don Bosco como un valeroso militante, mas con moderación, yo me entiendo, porque la codicia rompe el saco. Los sardos dicen que rompe el cojín, es decir: que arruina el estómago. Pero también en esto don Bosco puede arruinarse, no pudiendo aplicársele el proverbio 2 Tes. 3; Qui non vult operari neque manducel (Si alguno no quiere trabajar que tampoco coma). Auguro, pues, a don Bosco que se vea servido todavía por muchos años, con huevos fritos, cordero asado y ternera cocida, descansando su espíritu y como se lee en el Levítico, estarse sub vite sua, sub ficu sua (bajo la parra, bajo su higuera); esto es, gozarse con tranquilidad de su prodigioso trabajo. Est quod gaudeas (Alégrate de ello). Ahora, queridísimo don Bosco, otia tranquilla agendo, sería el momento de que se comprometiera en favor de mi situación siempre delicada. ((**It18.809**)) Ya fueron invocados omnes sancti et sanctae Dei, pero cuando Deus non vult, éstos se están quietos del todo. Ya no queda uno a quién dirigirme. Temo que responda: Rebus sic stantibus, ad quid venisti? Quare adhuc conturbas me? (Así las cosas, >>qué quieres? >>Por qué me molestas?). No pretendo de ningún modo pedirle miraculum tentare (que intente un milagro), pero cuán grande sería su alegría, si supiera que mis piernas se encuentran mejor que las suyas para poder ir enseguida junto a nuestro queridísimo Santo Padre 1... Espero, pues, que violentiam tu in sacratissimum Mariae cor adhibens (si tú violentas al Corazón Sacratísimo de María), pronto me encontraré en el Vaticano. Recuerdos de la baronesa, Muy agradecido... Y, besando su mano que bendice, me profeso, veneradísimo Padre, Niza, 21 de diciembre de 1887. Suyo afectísimo, Barón HERAUD PD. Al muy reverendo don Miguel Rúa, saludos y felicidades. 1 Era camarero de capa y espada. (**Es18.682**))
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