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por habernos librado del azote; se convierte,
además, en plegaria eficaz para alcanzar su
misericordia y librarnos de la muerte: eleemosyna
a morte liberat et facit invenire misericordiam.
Algo, que los pasados días nos produjo a los
Salesianos y a mí gran satisfacción, en medio de
la desolación, fue la noticia de que algunas
personas bienhechoras nuestras, que habitaban en
el lugar del mayor desastre, se liberaron de él
casi milagrosamente. Nosotros atribuimos tal
gracia a la caridad que siempre han tenido con
nosotros; porque el Señor suele conceder en este
mundo el céntuplo que en el Evangelio promete a
quien da limosna por su amor.
Esta gracia, con muchas otras de tiempos
pasados, es una prueba convincente de que Dios y
la Santísima Virgen Auxiliadora protegen de un
modo especial a los que, pudiendo, nos hacen
caridad; y es una prueba de que Dios y María
Auxiliadora escuchan las plegarias que hacemos en
nuestras casas por los bienhechores y
bienhechoras, sobre los cuales imploramos cada día
las bendiciones del cielo.
((**It18.762**)) Por mi
parte os aseguro que diariamente rogaré y haré
rogar por vosotros y vuestras familias. Y después
de socorridos, nos juntaremos más cariñosamente en
torno a María Auxiliadora, Madre de Aquel que
sostiene el mundo en sus poderosas manos, y le
rogaremos más fervorosamente que os mire desde el
Cielo, os cubra con su manto materno y valioso y
aleje de vosotros toda desgracia ahora y siempre.
Y no me queda por deciros más que esto: Pido y
espero vuestra caridad, para reparar los daños
sufridos por el terremoto. No importa que la
limosna no pueda ser más que de unos céntimos. Lo
mismo que la unión hace la fuerza, así muchas
pequeñas limosnas reunidas pueden suministrar el
medio para remediar los daños sufridos y realizar
obras importantísimas.
Rogad también vosotros por mí y por la
prosperidad de las obras, que la divina Bondad
confió a nuestras pobres manos y aceptad que me
profese con toda gratirud.
De vosotros, beneméritos Cooperadores y
Cooperadoras,
Turín, 1.° de marzo de 1887.
Vuestro seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
NB. Para norma de quien tenga la bondad de
enviarme a Turín, calle Cottolengo, 32, alguna
limosna particular o colectiva, por giro postal o
carta certificada, se enviará al remitente una
cartita impresa, que servirá de recibo y
agradecimiento.
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Circular para una conferencia en
Sampierdarena
ORATORIO S.F.S. EN TURIN
Beneméritos señores Cooperadores y Cooperadoras
Salesianos:
El vivo deseo que tengo de ver reunidas a las
benévolas personas que de tantos modos me ayudan a
hacer algún bien a la juventud abandonada, me
apremia a aprovechar la ocasión de mi paso por
Sampierdarena, camino de Roma, para celebrar
(**Es18.643**))
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