((**Es18.631**)
Monseñor, que no se esperaba de aquel hombre
semejante proposición, quedó sorprendido y
conmovido de su buen corazón, y le respondió:
-Muy bien, me gusta mucho este deseo de
educarse e instruirse; lo haremos todo. Enviaremos
un sacerdote y, aunque no pueda quedarse allí
definitivamente, irá muy a menudo a visitaros.
-Muy agradecido, señor, dijo el hijo de
Sayuhueque; esto es necesario porque ya vivimos
entre cristianos y, por tanto, debemos educarnos.
Repitió Monseñor los augurios y de nuevo le
encargó que saludara a su padre y al comandante
señor Vicente Saciar, se despidió de él y ordenó a
un Salesiano que averiguase si necesitaban algo.
Por lo que pasaron al comedor, donde se les sirvió
una modesta comida. Se marcharon la mar de
satisfechos y prometieron que volverían a visitar
a Monseñor y hablar con él.
ANGEL. PICCONO, Pbro.
((**It18.748**))
57 (el original en francés)
Los sacerdotes de don Bosco en
Francia
Las casas salesianas de Francia entran en una
fase importantísima para su acción religiosa y
social en nuestro país; empiezan a dar vocaciones
para la vida salesiana y el estado eclesiástico.
Se trata, por consiguiente, de formar un gran
número de jóvenes en la ciencia y las virtudes
sacerdotales; por tanto se necesitan recursos. Así
sabemos a ciencia cierta que entraría en la
intención de don Bosco dedicar a esta obra los
donativos ordinarios de los cooperadores
salesianos, sobre todo en las diócesis donde
todavía no hay oratorios. Para eso ellos deberían
dirigirlos a don Luis Cartier, sacerdote
salesiano, en Santa Margarita, en los alredores de
Marsella, o a don Pablo Albera, inspector de las
casas de Francia, calle des Romains, 9, Marsella.
Aún desea más don Bosco, Querría que sus amigos
de Francia pudieran aumentar con este fin sus
limosnas, y hasta asegurar con becas de estudio la
formación de sus sacerdotes, en Francia.
Promete rezar mucho a María Auxiliadora por los
que le ayuden en esta obra capital.
Se recomiendan estas líneas a toda la prensa
católica y sobre todo a las Semanas religiosas que
se interesan por el desarrollo de las obras
salesianas y la multiplicación de las vocaciones
sacerdotales.
Se sabe que las casas salesianas no sólo forman
sacerdotes salesianos, sino que, en muchas
diócesis de Italia son ellas las que han poblado
literalmente los seminarios mayores.
58
Carta de las religiosas Ursulinas de Piacenza
a don Miguel Rúa
Muy Reverendo Señor:
No me atrevo a dirigirme directamente a su
veneradísimo padre don Bosco, aunque se trate de
un obligado acto de agradecimiento; pero espero
que usted, reverendo señor, se digne interpretar
mis sentimientos.
(**Es18.631**))
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