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Misioneros de Turín, invita con una circular a los
benévolos Cooperadores y Cooperadoras a ayudar la
obra sacrosanta emprendida, enviando telas,
vestidos, ornamentos sagrados y cualquier otra
cosa, porque, como en aquellas lejanas regiones
falta de todo, hay que dirigirse a la generosidad
de los buenos. Publicamos con mucho gusto la
noticia en nuestra revista, y hacemos una
fervorosa llamada a la caridad pública, a fin de
que cada cual, según sus posibles, contribuya a
ayudar. Los donativos pueden dirigirse
directamente al sacerdote don Juan Bosco en Turín,
Via Cottolengo, 32, o también a nuestra oficina en
la calle Due porte al teatro nuovo in Napoli, 12.
Como quiera que nosotros somos los delegados de Su
Majestad Aquiles I, en Nápoles, y tenemos
jurisdicción sobre todos los demás Representantes
del Soberano en Italia, abrimos con gusto una
suscripción y se aceptará la ayuda de los
generosos.
Comend. J. P. GIUSTINI
e) Don Miguel Rúa al Director de
<>
Ilmo. Sr. Comend. José P. Giustini.
Director de La Staffetta, de Nápoles:
Hemos visto varias veces, en su apreciada
revista La Stafetta, una alusión a la circular
enviada por el reverendo Juan Bosco, pidiendo
socorro para la expedición de misioneros a
Patagonia en diciembre pasado, a cuya alusión va
unida la invitación para enviar dichos socorros al
mismo don Bosco o a V. S. Ilma., como Delegado que
es de S. M. el Rey Aquiles I.
Reconocemos su bondad al dar a conocer dicha
circular y le tributamos las más rendidas gracias;
pero nos atrevemos con su permiso, a hacerle notar
que no tenía el citado don Bosco la intención de
abrir suscripciones en ningún periódico, ni
molestar a nadie para recoger donativos; solamente
invitaba a los señores Cooperadores y Cooperadoras
y demás personas caritativas a enviar aquí, a
Turín, lo que en su generosidad, creyeren
oportuno. En tal sentido fue entendida
generalmente la circular en cuestión por los demás
periódicos, los cuales se limitaron a publicarla o
a dar un resumen de la misma.
Pero, invitar a enviar lo donativos a un
personaje como V. S. Ilma., Delegado de S. M. el
rey Aquiles I, podría tal vez dar a la expedición
de los misioneros un aspecto político, que rechaza
el reverendo Juan Bosco, el cual no tiene más fin
que el de propagar nuestra santa religión y con
ella la civilización de los pueblos infieles y
salvajes de Patagonia, Araucania y Brasil.
Con la autorización del mismo, ruego por tanto,
a la cortesía de V. S. Ilma. ((**It18.731**)) que
publique la presente carta en su apreciada
revista, a fin de resolver cualquier mal
entendimiento entre sus lectores.
Con mis mejores sentimientos de aprecio y
gratitud, tengo a bien profesarme.
De V. S. Ilma.
Turín, 9 de abril de 1887.
Su
seguro servidor,
MIGUEL RUA, Pbro.
Vicario de don Juan Bosco
(**Es18.616**))
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