((**Es18.614**)
b) Las misiones de Araucania y
Patagonia
(De La Sicilia Cattolica, 21 de enero de
1887)
Recibimos del Consulado de Araucania y
Patagonia, en Palermo, y provisionalmente en
Bisacquino, la siguiente carta que, con mucho
gusto, publicamos:
Honorable Señor Director del periódico La
Sicilia Cattolica-Palermo:
Debiendo pensar seriamente en consolidar y
perpetuar el bien hecho hasta ahora por nuestros
misioneros en el reino de Araucania-Patagonia,
((**It18.728**))
necesitamos el generoso concurso de los fieles,
puesto que son menester muchos medios.
No ignora usted que monseñor Cagliero es el
Vicario Apostólico de Araucania-Patagonia, pero
está falto de personal y de medios suficientes
para establecer residencias fijas en aquellos
lejanos lugares.
Por cuenta de la Sociedad Salesiana han sido
enviados muchos misioneros, y saldrán cuanto antes
nuevas expediciones de misioneros salesianos e
hijas de María Auxiliadora; pero es indispensable
un abundante concurso de generosos cooperadores y
cooperadoras a fin de que contribuyan con ropas,
dinero y ornamentos sagrados.
Le ruego nos preste su valiosísima ayuda,
invitando con su gran periódico a la caridad
pública, para colaborar en la santísima obra de la
Sociedad Salesiana que, sin desanimarse, redobla
sus esfuerzos para que no desfallezcan aquellas
obras que costaron tantos sudores y sacrificios.
Las ofrendas pueden enviarse directamente al
Rvmo. don Juan Bosco, dignísimo Prefecto de la
Misión de la Patagonia y del Brasil, en Turín, Via
Cottolengo n. 32, o bien, a la Real Legación
Arauco-Patagónica en Nápoles, Via Due Porte a
Toledo, 12.
Espero que usted, Honorable Señor, acepte mi
humildísima petición e invite a la prensa pública
a hacerse eco de cuanto usted publique, por lo que
le doy atentamente las gracias.
Acepte los saludos de quien se honra al
profesarse,
De usted, señor Director del periódico La
Sicilia Cattolica, Palermo,
Bisacquino, a 15 de enero de 1887.
Atento
y seguro servidor,
Dr. JOAQUIN BONA
Cónsul
de Araucania-Patagonia
Exhortamos a los buenos y celosos católicos,
que pueden contribuir con sus limosnas a una obra
tan santa, a que sean generosos, puesto que se
trata de una obra para gloria de Dios y de la
Iglesia, y para bien de muchas almas y de la
verdadera civilización.
Meses atrás ya enviamos cuatrocientas liras a
don Bosco, ofrecidas por un piadoso y celoso
católico de Palermo. Esperamos recoger algún otro
donativo para fin tan santo. Si los demás
periódicos quisieran publicar la presente carta,
harían algo muy grato al mismo Cónsul.
Cita el periódico la asociación de las Lecturas
Católicas, XXXIV, pág. 54.
(**Es18.614**))
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