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Sarriá los Talleres Salesianos: al Rdo. Padre
Branda, tan bondadoso y modesto como inteligente,
celosísimo vicario de don Bosco, el impulso más
eficaz para la organización de la casa en todas
sus dependencias. La visita del santo fundador de
la Obra será, de fijo, prenda que asegure no sólo
su continuación, sino también su desarrollo y
mayor prosperidad en lo futuro. Mucho ha de
hacerse todavía: se requieren cantidades
importantes para montar los talleres del modo que
lo desean los Rdos. Padres y las piadosas personas
que protege la institución, porque hoy no se
hallan más que en embrión las cuadras en que se
enseña a sesenta niños el arte de imprimir, el de
encuadernar, la carpintería, la sastrería y
zapatería, y otros oficios que han de
proporcionarles el pan de cada día y la base para
su bienestar después y el de sus familias. Niños
que vagarían perdidos por calles y plazas,
reclutas de las cárceles y presidios, son
amparados en aquella casa y arrancados de las
garras del crimen. Hasta el número de quinientos
educandos se propone don Bosco que con el tiempo
se alberguen en Sarriá, y este generoso propósito
se realizará, sin duda, con la ayuda del Cielo. No
se arredre nadie por lo mucho que aún falta hacer;
los cimientos están echados y sobre ellos se
alzará el edificio. Envíe cada cual su limosna a
la Casa, y poco a poco se irá levantando la que
haya de contener más adelante los Talleres
Salesianos, semillero de ciudadanos honrados. Por
idénticos pasos se han construido en Barcelona -y
al decir Barcelona comprendemos también todo el
llano- establecimientos de caridad como las casas
de las Hermanitas de los Pobres, el Asilo de niños
escrofulosos de San Juan de Dios, el Hospital de
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús y
otros varios, que pregonan con elocuencia los
cristianos sentimientos de sus moradores.
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íCoincidencia providencial! Los fundadores de los
institutos que han acudido en el siglo XIX a
remediar dos de las mayores miserias sociales, la
ancianidad desvalida y la niñez descuidada, los
PP. Le Pailleux y Bosco, experimentan la inefable
ventura de ver extendidos por el universo mundo
las casas de las Hermanitas de los Pobres y los
Talleres Salesianos, de contemplar cómo el cariño
del pueblo sigue por todas partes a los Padres y a
las Hermanitas, y de atestiguar el respeto que por
ellos sienten los hombres de ideas más opuestas a
las salvadoras doctrinas que han inspirado y
mueven estas fundaciones, pero dotados de
inteligencia clara y de ánimo bastante sereno para
comprender los inmensos beneficios que de ellas
recibe la sociedad contemporánea.
(Revista
popular de Barcelona,
14 de abril de 1886).
12 (el original en español)
Asociación de Católicos de
Barcelona
Invitado el ilustre don Bosco para que se
dignara honrar con su presencia el local de la
nueva Escuela que próximamente inaugurará esta
Asociación en la calle de Lladó, n. 4, se ha
dignado dicho señor acceder a ello, señalando el
día 15 del corriente a las cuatro de la tarde.
Como muestra, aunque débil, de agradecimiento,
acordó la Junta aprovechar esa ocasión para
entregar al fundador insigne de los Talleres
Salesianos la medalla de socio de honor, y luego
el producto de una colecta realizada entre los
concurrentes.
Al invitar a V. a esa solemnidad tan grata y
aceptable para todo buen católico, no
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