((**Es18.554**)
robustez de vuestras fuerzas, pueda dar gracias al
Señor y obtener la de conservaros todavía muchos
años.
Este es nuestro deseo, unido al de recibir
vuestra paternal bendición.
Sarriá, 14 de abril de 1886.
Las
alumnas del Sagrado Corazón.
((**It18.644**))
11 (el original en español)
Don Bosco y los talleres
salesianos
Encuéntrase en Barcelona, como no ignoran
nuestros lectores, el venerable anciano, cuyo
nombre encabeza estos párrafos. Aureola de
santidad resplandece en su figura como expresión
de sus cristianas virtudes y de su acendrada fe,
con las cuales ha llevado a feliz término y sigue
dirigiendo con próspera fortuna su religiosa y
civilizadora empresa. En medio de los dolorosos
espectáculos que hemos de presenciar de continuo,
entre las manifestaciones impías que hieren la
vista y los oídos de las personas piadosas, cuando
las pasiones desbordadas de las muchedumbres,
halagadas en sus bajos instintos amenazan conmover
y destruir la sociedad contemporánea, produce
grandísimo consuelo ver a un santo varón de
setenta años, que vence el peso de la edad con el
auxilio de la gracia divina, cómo trabaja en una
obra de verdadera regeneración social y cómo se
aprestan a ofrecerle su concurso gentes salidas de
todas las clases sociales.
Es en verdad providencial la obra de don Bosco:
díganlo si no el saqueo de las tiendas en Londres,
los incendios en Bélgica, la huelga en
Decazeville. A la propaganda materialista que
origina estos hechos, se opone la propaganda
cristiana que enseña al hombre la virtud del
trabajo, el amor al prójimo, la esperanza en Dios,
con los cuales no son posibles los odios sociales
que tantos males han producido en Europa y en
América. Esta bienhechora enseñanza reciben los
niños en los Talleres Salesianos, cuya fundación
se debe al infatigable sacerdote don Juan Bosco,
conocido por don Bosco en ambos mundos, porque a
los dos hemisferios alcanzan los beneficios
incalculables de su predicación, de su constancia
y de su singular inteligencia en la organización
de aquellos institutos. <((**It18.645**))
abnegación, mortificación y amor; y que trabaja
por la causa de Dios y no por los intereses
terrenos del hombre>>. íHermosísimas palabras
dignas del sabio y santo Pontífice que gobierna la
Iglesia Católica Apostólica Romana!
(**Es18.554**))
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