((**Es18.553**)
9 (el original en francés)
Carta del Marqués de Jovert a don
Bosco
Reverendo Padre:
Enfermo hace tiempo de una enfermedad muy
penosa para mí y para mi familia, de la que ya le
ha hablado mi esposa, que ha tenido la suerte de
ser recibida por usted, no dudo en encomendarme a
sus santas oraciones para ver si, por su
intercesión, la Santísima Virgen me concede la
gracia de recobrar la salud y entonces yo le
prometo contribuir generosamente a la piadosa y
buena obra que usted dirige.
Mi corazón está lleno de fe; pero, si usted se
digna escribirme unas líneas, estoy seguro de que
ellas fortificarán mi fe, enviándome al mismo
tiempo su bendición.
Creo que no hay en el mundo nadie más que usted
que pueda obtener del Señor la gracia que yo pido.
Mi esposa me ha dicho que usted se interesa por
mí, por lo que yo estoy muy esperanzado.
Le presento mi sincero reconocimiento.
Su hijo en Jesucristo.
Barcelona, 13 de abril de 1886.
Su hijo en Jesucristo,
JOAQUIN JOVERT
((**It18.643**))
10
Las alumnas del Colegio del Sagrado Corazón
de Sarriá a don Bosco
Auxilium Christianorum, ora pro nobis.
Reverendísimo Padre:
Con los más ardientes deseos esperábamos el
feliz momento que os trajera hasta nosotras, como
Padre amantísimo en medio de sus hijitas queridas,
deseosas de manifestarle sus sentimientos de
filial respeto. Ellas han depositado estos sus
sentimientos en el divino Corazón de Jesús para
asegurar su cumplimiento.
Reverendísimo Padre, hoy han sido atendidos
nuestros deseos, y nuestros corazones, llenos de
agradecimiento, dan gracias al Señor por esta
nueva prueba de amor que nos concede. Tenemos un
padre que le representa muy dignamente y que se
complace, a su imitación, en vivir en medio de los
niños, poniendo toda su felicidad en consagrarse
sin medida al bien de esta querida porción de su
afortunado rebaño.
Sí, os rodeamos con gozo, con la esperanza de
salir de vuestra presencia confirmadas en la fe y
fortificadas en el amor al deber; para permanecer
fieles a Jesús, no sólo durante el tiempo de
nuestra permanencia en esta casa de paz y de
felicidad, sino también más tarde, en medio de los
peligros que nos esperan en el mundo.
A cambio de la bondad que nos habéis prodigado,
os prometemos, reverendísimo Padre, pedir al
Divino Corazón de Jesús, por intercesión de su
Madre Inmaculada, que esparza las gracias sobre
vuestra Congregación, sobre todas vuestras obras,
sobre vuestra querida grey y su amado Pastor. Que
esta grey, al ver renovada la salud y la
(**Es18.553**))
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