Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es18.542**) Los testimonios de obediencia por parte de los Salesianos fueron los que era lógico esperar; no es necesario que hagamos una mención detallada. La más solemne y significativa de tales manifestaciones debe considerarse la votación del Capítulo general del año 1898, cuando fue reelegido por sufragio casi unánime Rector Mayor. La Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, que no se había atrevido a manifestar de viva voz sus sentimientos en su visita de hacía poco, los expresó en su carta del nueve de febrero, de la que nos parecen dignos de señalar los siguientes párrafos: <>. Fue así como todo reemprendió su marcha normal; y la realidad no desmintió en nada las esperanzas; más aún, éstas fueron superadas con mucho. Y trancurrido ya medio siglo desde la muerte de don Bosco, si dirigimos atrás nuestra mirada, aparece manifiesto el cumplimiento de las tres ideas de monseñor Manacorda: unión, capacidad, porvenir. Respecto a la unión tenía sus dudas el mismo León XIII, ((**It18.630**)) de lo que no quiso hacer misterio. En la audiencia del 22 de marzo de 1888 a monseñor Cagliero, habiendo éste hablado de la unión constante de todos los Salesianos, después de la muerte de don Bosco, el Papa confesó abiertamente que éste había sido su temor, pero que entonces se encontraba contentísimo 1. >>Cuántas son las Ordenes y Congregaciones religiosas más importantes, que no han sufrido en sus principios la contrariedad de cismas 1 Carta de don Antonio Riccardi a don José Lazzero, Roma, 22 de marzo 1888 (Ap., Doc. 108). (**Es18.542**))
<Anterior: 18. 541><Siguiente: 18. 543>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com