((**Es18.436**)
intervalos, le pidió don Juan Bonetti un recuerdo
especial para las Hijas de María Auxiliadora, y
respondió:
-Obediencia. Practicarla y hacerla practicar.
Se aprovecharon otros instantes semejantes para
proponerle dos cuestiones. Por comunicación con
los Capuchinos, se tenía el privilegio, llamémoslo
así, de que un socio no pudiera confesarse sino
con otro socio. Deseándose conocer su parecer, dio
a entender que prefería desechar esta norma. En
segundo lugar, se quería saber si el Rector Mayor
debía tener injerencia en la elección de la
Superiora General de las Hermanas; y pareció que
se inclinaba por el sí.
Al anochecer, hizo llamar a don Miguel Rúa y a
monseñor Cagliero y, reconcentrando las pocas
fuerzas que tenía, les dijo para ellos y para
todos los Salesianos:
-Arreglad todos vuestros asuntos. Amaos todos
como hermanos; amaos, ayudaos y soportaos
mutuamente como hermanos. El auxilio de Dios y de
María Auxiliadora no os faltará. Recomendad a
todos que recen por mi salvación eterna. Alter
alterius onera portate... Exemplum bonorum
operum... (Llevad las cargas los unos de los
otros... El ejemplo de las obras buenas...).
Bendigo a las Casas de América, a don Santiago
Costamagna, a don Luis Lasagna, a don José
Fagnano, a don Domingo Tomatis, a don Evasio
Rabagliati; a monseñor Lacerda y a los del Brasil,
al señor Arzobispo de Buenos Aires y a monseñor
Espinosa; a Quito, Londres y Trento. Bendigo a san
Nicolás y a todos nuestros buenos Cooperadores
italianos y sus familias, y recordaré siempre el
bien que han hecho a nuestras Misiones...
Por fin, repitió todavía:
-Prometedme que os amaréis como hermanos...
Recomendad la frecuente Comunión y la devoción a
María Auxiliadora.
Don Miguel Rúa escribió, en su tercera
circular, del día treinta, refiriéndose a estas
palabras: <((**It18.503**))
monseñor Cagliero, don Juan Bonetti y yo, nos dijo
entre otras cosas: Recomiendo a los Salesianos la
devoción a María Auxiliadora y la frecuente
Comunión. Yo añadí entonces:
-Este podría ser el aguinaldo del presente año
para mandarlo a todas nuestras Casas....
Y él replicó:
-Que lo sea para toda la vida...
Después consintió en que sirviese también de
aguinaldo.
Hacia las ocho de la noche del día veintinueve,
monseñor Cagliero le impartió la bendición papal;
pero antes quiso que el mismo Monseñor
(**Es18.436**))
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