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-Hoy, a eso de las cuatro de la tarde, pensaba
que no me faltaba nada para morir. No tenía ya
conciencia de nada. íAhora me encuentro mucho
mejor!
Después tomó un poquito de caldo y dijo al
secretario:
-Viglietti, dame un poco de café helado... pero
que esté caliente...
Y se reía.
Las perentorias palabras del médico indujeron a
los Superiores a tomar todas las providencias para
que quedaran bien aseguradas materialmente las
cosas del Oratorio cuando él faltara. Por eso el
Capítulo, que se reunió aquella tarde, bajo la
presidencia de don Miguel Rúa, para tratar varios
asuntos de la ordinaria administración, se ocupó,
además, de esta cuestión.
En consecuencia, acordó hacer reconocer a don
Bosco una deuda con las principales personas de la
Casa, por servicios prestados y no retribuidos, y
una obligación de pago, por parte de su heredero,
por entregas realizadas en su mano de capitales a
título de depósito. Los interesados deberían
registrar legalmente los documentos, haciendo
hipoteca a nombre del heredero designado. También
debería declarar don Bosco, con firma legal, los
depósitos recibidos de personas privadas y hacer
un préstamo con un banco seguro por cien mil
liras, amortizables en cincuenta años, sin más
pagos que la renta. Se decidió también telegrafiar
a Villa Colón (Uruguay) y escribir a Niza para que
se vendiesen inmediatamente los dos colegios a
Sociedades Tontinas 1.
Entre tanto, amigos y bienhechores, sin ni
siquiera sospechar ((**It18.487**)) que
don Bosco se encontrase en tan precarias
condiciones, le remitían cordiales felicitaciones
para las próximas fiestas de Navidad. Desde Niza,
por ejemplo, le escribía el barón Héraud en este
sentido una carta impregnada de frases
chispeantes, de acuerdo con su característico buen
humor, que ya hemos tenido ocasión de resaltar en
otras ocasiones 2. Salía también del Oratorio,
como si nada ocurriese, una circular con la firma
de don Bosco, invitando a la misa de media noche
en la iglesia de María Auxiliadora y felicitando
las fiestas navideñas y el año nuevo.
A la mañana siguiente, fue a verlo el doctor
Vignolo, quien proporcionó
1 Sociedades Tontinas. (De Lorenzo Tonti,
banquero italiano del siglo XVII, promotor de este
tipo de operaciones). Es una operación comercial
de lucro, que consiste en constituir un fondo
entre varias personas para repartirlo en una época
dada, con sus intereses, solamente entre los
asociados que han sobrevivido y que siguen
perteneciendo a la agrupación (Diccionario de la
Lengua Española). (N. del T.)
2 Ap., Doc. núm. 94.
(**Es18.422**))
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