Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es18.378**) fundarían su propia casa, donde, en vez de volver al primitivo esplendor una obra en decadencia, desarrollaran un centro educativo propio, de acuerdo con los métodos de don Bosco. Por voluntad de don Bosco y teniéndolo a la vista durante los últimos meses de su vida, el colegio de Valsálice sufrió una profunda transformación. La idea de establecer en él una nueva organización se puso sobre el tapete en la reunión capitular del catorce de marzo. Don Miguel Rúa propuso entonces realizar algunas reparaciones necesarias, en parte por los efectos del terremoto y en parte por los desgastes del tiempo; hasta propuso levantar una capilla nueva, según plano ya preparado. Don Bosco dijo que, antes de meterse en obras, se examinase bien el estado del colegio y cuántos alumnos tenía. Al respondérsele que sólo había cincuenta y que no se esperaba poder remontar esta cifra, lanzó esta propuesta: -Habría ((**It18.435**)) que pensar si no sería conveniente dar a aquel colegio otro destino. Recalcando la idea, recordó don Juan Bonetti que don Bosco había aceptado el colegio de Valsálice únicamente por acceder al deseo y casi imposición del arzobispo Gastaldi, a pesar de la unánime votación en contra de los hermanos; hizo observar, además, que el personal se encontraba allí a disgusto, dada la disparidad de condición social entre superiores y alumnos. Don Julio Barberis rogó se tuviera presente que, al año siguiente, la casa de San Benigno no podía albergar a todos los clérigos que, al concluir el noviciado, deberían dejar Foglizzo. Don Francisco Cerruti sugirió si no sería el caso de ver si era posible llevar a Valsálice unos cincuenta clérigos. Pero esta proposición de dividir a los clérigos estudiantes no le gustaba a don Julio Barberis, por miedo a perder la unidad de espíritu y de dirección. Don Bosco escuchó todo esto, mas no dijo nada. Se dejó la cuestión para quince días después de Pascua. La orden del día del diecinueve de abril presentaba la discusión del mismo tema. La decisión fue la de acabar con el liceo (bachillerato superior) en Valsálice; y, en cuanto a lo de dedicar la casa a otra finalidad, se dejó para otra sesión. El Capítulo, sin embargo, quiso que constara que, en todo caso, don Bosco era siempre árbitro absoluto sobre la decisión a tomar. En la sesión del veintisiete de junio, presentó don Miguel Rúa el presupuesto para la construcción de un lavadero para servicio del colegio de Valsálice: los gastos previstos alcanzarían a siete mil cien liras. Los pareceres estaban divididos en cuanto a lo esencial de la cuestión; en una sola cosa estaban de acuerdo, en que se suspendieran (**Es18.378**))
<Anterior: 18. 377><Siguiente: 18. 379>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com