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Pero no se perdió en Parma toda esperanza.
Monseñor Tescari que, siendo canónigo, había
intervenido mucho en los trámites anteriores, al
ser creado obispo de Borgo San Donnino, no perdió
de vista el asunto; y monseñor Miotti, nuevo
obispo de Parma, hizo propio el planteamiento de
su predecesor. En medio de una fastidiosa secuela
de trámites burocráticos, se llegó hasta 1887, en
que, por fin, el nueve de julio, la Hacienda del
Estado sacó a pública subasta el edificio y el
huerto de san Benito. <>.
Don Bosco designó a un fiduciario, que se
presentara a la subasta e hiciese su oferta por la
persona que se nombraría. El convento le fue
adjudicado por un precio total de treinta y cuatro
mil liras. Con todo, la Administración de Hacienda
no dio la posesión del mismo hasta la semana
anterior a la Navidad. Y aún había más. Se
necesitaba desalojar a todo un tropel de
inquilinos, cancelando alquileres, lo que
significaba gastos y fastidios interminables. Todo
esto requirió tanto tiempo que don Bosco no llegó
a ver el final. Con todo, podemos decir que la
casa de Parma fue la última abierta por don Bosco
en Italia.
A la inauguración no se procedió hasta
noviembre de 1888 con la atención de la parroquia
y un oratorio festivo. La obra se completó
rápidamente y se aumentó ((**It18.434**)) con la
llegada a la ciudad de las Hijas de María
Auxiliadora. La marquesa Zambeccari, el seis de
mayo de 1889, podía escribir desde Bolonia a don
Miguel Rúa: <> 2.
El año 1887 abrióse el orfanato de Trento. Ya
dijimos en su lugar los trámites que se siguieron
3. Tan pronto como se concertó el convenio entre
don Bosco y el Príncipe Obispo, el Alcalde y la
Congregación de la Caridad, de acuerdo con las
bases por él propuestas 4, los Salesianos
partieron de Turín. Llegaron el quince de octubre
a Trento, donde fueron recibidos en la estación
por un grupo de distinguidos cooperadores. Pero
aquellos amigos nuestros esperaban que el orfanato
sería sólo una primera fase de los Salesianos, y
que, a continuación,
1 Carta a don Celestino Durando, Parma, seis de
junio de 1887.
2 Hemos encontrado, entre los manuscritos de
don Bosco (arch. núm. 966), el borrador de un
convenio hecho entre él y la Marquesa para la
fundación de un orfanato en Parma. Falta la fecha,
pero debe remontarse al 1876. Aunque el acuerdo no
se materializó, sin embargo, como el documento fue
escrito por don Bosco y cubierto de correcciones
por él mismo, consideramos útil publicarlo en el
Apéndice (Doc. 84).
3 Véase vol. XVII, pág. 501.
4 Ibid., pág. 713.
(**Es18.377**))
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