Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es18.349**) había sido ordenado en Buenos Aires y enviado a las Malvinas el irlandés don Patricio Diamond 1. Monseñor Fagnano no encontró en Viedma a monseñor Cagliero; lo vería unos meses más tarde, pero no se hubiese imaginado de ningún modo dónde y cómo, aunque la vida del misionero esté expuesta a todas las sorpresas. El Vicario Apostólico estaba efectuando una misión de mucha trascendencia y duración. Subía por el valle del Río Negro con intención de cruzar la Cordillera y bajar a Chile, hasta Concepción, en compañía de don Domingo Milanesio, don Bartolomé Panaro y el coadjutor Marcos Zanchetta 2; era un recorrido de casi mil quinientos kilómetros. Constituye una página histórica de las misiones salesianas en Patagonia la relación que él envió a don Bosco desde Roca el día diecisiete de enero. La transcribimos por entero en el Apéndice del volumen 3. Pero, a este exordio esperanzador, siguióle un doloroso epílogo. En medio de privaciones y fatigas todo había transcurrido sin graves incidentes, después de haber recorrido cerca de mil trescientos kilómetros y ya en el corazón de los Andes. Había bautizado novecientos noventa y siete indios, casi todos adultos, y setenta y cinco niños, hijos de padres cristianos; había bendecido ciento un matrimonios, y confesado centenares de pecadores; había distribuido la eucaristía a ochocientas quince personas y administrado la confirmación a mil quinientos trece individuos en los desiertos patagónicos y a otros mil quinientos en terreno chileno. Pero después llegó lo imprevisto. Era el día tres de marzo por la mañana. Dejaron Malbarco, a orillas del Neuquén, subían las pendientes escarpadas ((**It18.400**)) de los Andes, cuando, en un lugar denominado Aguas Calientes y sobre una sierra llamada Mala Cohuello, se encabritó de pronto el caballo del Obispo, empezó a corcovear y cocear, se le puso la silla de través y, sin obedecer al freno del jinete, se lanzó a la carrera por un sendero en pendiente, flanqueado por grandes peñascos, al borde de un precipicio sin fondo. Fueron momentos de angustia para los que le seguían, que no podían prestarle auxilio de ningún modo. Monseñor, que conservó su presencia de espíritu, sacó los pies de los estribos y, como viera un espacio de menos peligro, se arrojó a él. 1 Había nacido en Kibea, diócesis de Derry. Había hecho el noviciado en San Benigno de 1882 a 1883. Fueron con él el sacerdote Del Turco y el coadjutor Tarable. 2 Más tarde tomó el hábito clerical y fue ordenado sacerdote, estado en que murió en Viedma (18-VI-1935) (N. del T.). 3 Ap., Doc. núm. 76. (**Es18.349**))
<Anterior: 18. 348><Siguiente: 18. 350>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com