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donde comería y tendría cuanto fuere necesario.
>>Qué me dice? Es un clima estupendo; yo pienso
pasar aquí todo el mes. Que Dios nos bendiga y
María nos guíe al Cielo.
Lanzo, a 6 de julio de 1887.
Su
atento y seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
Con la segunda carta responde don Bosco a la
petición de un adulto, que deseaba ser coadjutor
salesiano. Este profesó después de muerto el Santo
y partió de esta vida el año 1893.
Muy querido señor Juan Jacobo Dalmasso:
Con gran satisfacción de mi corazón, he
recibido su carta llena de afecto filial hacia mí.
Bendito sea Dios. Tendré un Salesiano más para
trabajar conmigo, para llevar almas al cielo y
asegurar más la suya y la mía.
En cuanto a sus ocupaciones, lo trataremos
personalmente; nuestros esfuerzos económicos se
dirigen actualmente a ayudar a nuestros misioneros
de América.
Ellos dan la vida por las almas y nosotros
daremos gustosos la bolsa para ayudarlos.
((**It18.371**)) No
Puedo escribir más. María nos guíe a todos por el
camino del cielo. Amén.
Lanzo, 18 de julio de 1887.
Afmo. amigo en J. C.,
JUAN BOSCO, Pbro.
P.D. Venga, cuando guste, con nosotros. Le
esperamos con los brazos abiertos.
La tercera carta iba dirigida a la baronesa
Acelia Fassati, de Ricci des Ferres.
Benemérita señora Acelia:
Dios nos quiere en el Cielo, pero a través de
las tribulaciones. Estábamos contentísimos con la
mejoría del hijo del señor conde Francisco De
Maistre y he aquí una nueva desgracia, o mejor,
nuevos méritos a ganar ante el Señor. Esperemos y
recemos. Las espinas punzarán, pero se cambiarán
en rosas para la eternidad. Yo rezaré y nuestros
huérfanos ofrecerán comuniones para esta nueva
necesidad; acompáñenos usted con el fervor de
siempre.
>>Y cómo está su mamá, la señora Marquesa?
Nosotros la recordamos todos los días ante el
Señor, por un motivo o por otro. Ella debe ir con
usted al Paraíso, bien entendido que también con
el señor Carlos en nuestra compañía.
Yo me encuentro aquí en Lanzo medio ciego,
medio o casi totalmente cojo y casi mudo. Pero
esto me viene bien, en penitencia de lo mucho que
he hablado fuera de tiempo.
La mano no me responde para seguir escribiendo.
María nos guíe a Dios y nos bendiga en todo. Amén.
Lanzo, 24 de julio de 1887.
Su
atento y seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es18.324**))
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