((**Es18.28**)
Oiréis decir que, en tal lugar, hay cólera; más
allá, inundaciones, etc. Responded que son
calamidades que el Señor envía a los hombres para
castigar sus pecados. Pero vosotros no temáis,
estad alegres, muy alegres. Si lleváis al cuello
la medalla de María Auxiliadora y sois muy
((**It18.20**)) devotos
de Ella, quiero esperar que lo mismo que otras
veces en la ciudad de Turín y precisamente
alrededor del Oratorio hubo el cólera y nuestros
jóvenes se vieron libres de él, así también os
veréis libres vosotros.
Os digo esto a vosotros, en particular, pero
que sea para vosotros; y no penséis en escribir a
casa a vuestros parientes o amigos: -Don Bosco nos
ha dicho que va a suceder esto o aquello-. No,
quédese en vosotros y sacad de mi aviso el mayor
fruto que podáis, pero no digáis nada a los otros.
Aún quiero deciros otra cosa. He visto que esta
mañana han venido muchos aquí para confesarse,
comulgar y hacer el ejercicio de la buena muerte.
Estoy muy contento: pero naturalmente esto suscita
en los demás un poco de envidia. Los pequeñitos
pueden decir:
->>Acaso no tenemos también nosotros pecados
que confesar con don Bosco?
Pues sí, es verdad; pero como ya os dije, don
Bosco no puede atender a todos. Por eso, se limita
a los del cuarto y quinto curso, porque están en
el último año en el que deben deliberar sobre su
vocación, de la que casi siempre depende la
salvación eterna de un joven. El es el confesor
ordinario de los del cuarto y quinto curso, aunque
esto no quiere decir que hagan mal los que vayan a
otro confesor. íLo que importa es que un joven
frecuente y haga bien su confesión y comunión!
Os repito que sólo me interesa saber vuestro
pensamiento sobre la vocación, sea eclesiástica o
no, porque deseo vuestra felicidad temporal y
eterna. En cuanto a los que vienen a comulgar aquí
en la misa de don Bosco, estoy contento, mas deseo
que lo hagan libremente. El que quiera comulgar en
la iglesia hace muy bien y el que quiera hacerlo
en la misa de don Bosco que lo haga; pero quede
bien entendido que nadie lo haga como si fuera un
mandato. íNo!
Nos volveremos a ver; cuando vosotros no
tengáis nada que hacer y don Bosco tampoco; y
siempre os diré lo que me parezca que puede
haceros más bien.
Los detallados registros del Oratorio, señalan,
al lado de los nombres, la fecha de seis muertos,
desde marzo a septiembre del 1886 1.
Por la tarde del día treinta y uno del mismo
mes, se reunieron los jóvenes por tercera vez.
-Cuéntenos algún sueño que se relacione con
nosotros, dijéronle a don Bosco.
Y él respondió:
-Sí que os lo contaré.
((**It18.21**)) Hace
algunos años soñé que después de la misa de la
comunidad
1 Son los siguientes: 1.°, Carlos Brunet, de
Bardonecchia, del primer curso superior (9 de
marzo). 2.°, Carlos Ranzani, de Borgo Castano
Primo, del segundo curso (13 de abril). 3.°,
Antonio Enría, de Turín, calcógrafo (4 de mayo).
4.°, Antonio Trogu, de Carloforte, encuadernador
(28 de mayo). 5.°, Juan Ferrari, de Vigevano,
encuadernador (5 de julio). 6.°, Santiago Alladio,
de Busca, cerrajero (21 de septiembre). En enero
murió en su casa Carlos Gonino, de Druent, sastre;
pero se había ido por enfermo el día veintisiete
de diciembre, así que no se encontraba presente
cuando dieron el aguinaldo.(**Es18.28**))
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