((**Es18.264**)
Carísimo señor Párroco:
No tengo palabras como se merecen su caridad y
el desprendimiento con que lo hace.
En las graves y urgentes necesidades en que me
encuentro, su donativo será especialmente
recompensado. Su nombre queda registrado con el de
los insignes bienhechores de nuestros huérfanos.
Bendigo a usted y su caridad; pero alabo, sobre
todo, su valor, porque usted hace las obras por sí
mismo, sin aguardar a que las hagan otros después,
como algunos, que generalmente quedan engañados.
Rezaremos mucho por usted, y quiérame por Jesús
y por María.
>>No tendremos el gusto de verle al menos una
vez entre nosotros?
María nos guíe a todos hasta el Cielo.
(Sin fecha)
Su
atento y seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
Hizo también una humilde petición de socorro a
la marquesa Taliacarne, Hija de la Caridad, en el
Hospital turinés de San Juan. Por el contexto se
ve que ella tenía posibilidad y buena voluntad de
hacer beneficencia.
(Falta el encabezamiento)
Permitirá, señora Marquesa, que también este
pobre cura recurra a su caridad en favor de mis
huérfanos. El desastre, recientemente sufrido con
el terremoto, ha afectado, más o menos, a nuestras
casas; pero las de Valle Crosia, cerca de
Ventimiglia, quedaron destruidas. Está cerrada la
iglesia, suspendidas las escuelas, dispersas las
huerfanitas del hospicio y nuestras Hermanas
enviadas a otros pueblos. Se necesita una rápida
reparación o una construcción nueva. En este
momento, estoy carente de todo recurso pecuniario.
>>Podría con su gran bondad acudir en mi ayuda,
por amor de Dios? Rogaré de todo corazón por usted
y haré que también estos mis huérfanos recen para
que el Señor le recompense con largueza y María
Santísima la guíe segura por el camino del cielo.
Con suma gratitud, me cabe el honor de poderme
profesar,
De V. S. Ilma.
Turín, 30 de marzo de 1887.
Su
atento y seguro servidor,
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It18.300**)) La
religiosa le envió, algunos días después, una
limosna de cien liras. Don Bosco le respondió con
esta carta de agradecimiento:
Ilma. y benemérita señora Marquesa:
He recibido con verdadera gratitud el generoso
donativo de cien liras que V. S., en su gran
caridad, se dignó hacer para nuestros huérfanos.
(**Es18.264**))
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