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para manifestar, en su mudo. lenguaje, la unión y
entera conformidad con la ((**It18.263**))
voluntad de Dios que, por su extrema debilidad, no
podía ya manifestar con palabras. Por mi parte,
estoy íntimamente persuadido de que su vida,
particularmente en estos últimos años, fue una
plegaria continua a Dios. Así opinan también los
demás. Tanto es así que, cuando entrábamos en su
habitación para verle y hablarle, lo encontrábamos
siempre como uno que está ensimismado en profunda
meditación, mas sin dar ninguna señal exterior,
pues su rostro estaba constantemente risueño y las
palabras que proferían sus labios eran expresión
de paz, de caridad y de fe>>.
Así se expresó don Francisco Cerruti.
Una tarde de aquel otoño, fue don Joaquín Berto
a ver a don Bosco, a eso de las cinco, y lo
encontró paseando por su galería, pero arrastrando
los pies con gran trabajo. Al verlo, díjole el
Santo varias veces: Iam delibor, iam delibor 1.
Después, mirándole fijamente a la cara, añadió
triste y conmovido: Tempus resolutionis meae
instat. Cursum consummavi 2.
Entonces el secretario insistió:
-Pero san Pablo dice también: Bonum certamen
certavi, fidem servavi. In reliquo reposita est
mihi corona justitiae, quam reddet mihi Dominus in
illa die justus judex 3.
El Siervo de Dios cambió de conversación.
Hemos mencionado a don Francisco Cerruti. Como
Consejero escolástico que era de la Congregación,
confióle don Bosco un encargo importante y
urgente, diciendo en el Capítulo del día
diecinueve de noviembre:
-Hay que pensar, para el año que viene, en
conseguir maestros titulados y matricular en la
Universidad una decena de nuestros clérigos. Es
verdad que está establecido que no se mande a la
Universidad más que a los sacerdotes, por el daño
que esos centros producen en almas inexpertas y
por las bajas que ocasionan; pero, si entre estos
clérigos hubiese algún sacerdote ((**It18.264**))
respetable, es de esperar que les serviría de
antídoto y de defensa. Estúdiese el modo, pero es
necesario
1 SAN PABLO, 2 Tim. IV, 6. El apóstol quiere
decir que siente minente su fin. Mirando su muerte
como inmolación y, aludiendo a la libación con
vino antes del sacrificio, dice: Mi sangre será
derramada pronto como libación. Literalmente: Yo
estoy ya ofrecido en libación.
2 Ibid. 5 y 6. Es inminente la hora de mi
descomposición. He terminado la carrera. Esto es,
mi carrera ha terminado. Alusión a las carreras en
el estadio.
3 Ibid. 7 y 8. He combatido el buen combate
(aludiendo a los juegos griegos). He mantenido la
fe (la fidelidad en las pruebas del torneo). Por
lo demás, me está reservada la corona merecida,
que, aquel día, me otorgará el Señor, justo juez.
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