((**Es18.223**)((**It18.251**))
Pareció que el Cielo quiso demostrar con los
hechos que la casa de Foglizzo era objeto de una
especial providencia. El día seis de diciembre, el
mismo don Bosco, hablando con don Juan Marenco y
don Carlos Viglietti que lo acompañaban durante el
acostumbrado paseo de la tarde, les contó un hecho
singular de la divina Bondad con aquel noviciado.
Como necesitara absolutamente el Director una
cantidad de dinero, fue a llamar a la puerta de
don Celestino Durando.
Abramos aquí un paréntesis. >>Por qué fue a don
Celestino Durando y no a don Domingo Belmonte?
Fracasado el experimento de la doble dirección, no
tanto por defecto del sistema, cuanto porque don
Juan Bautista Francesia mostró su incapacidad para
el caso 1, urgía reorganizar los asuntos del
Oratorio de otro modo 2.
Volvióse, pues, a la dirección única, que se
confió a la autoridad de don Domingo Belmonte.
Pero esto suponía tal peso de responsabilidad que
el nuevo Prefecto General hubiera necesitado
poderse bilocar para atender contemporáneamente
los dos cargos; por eso, quiso don Bosco que don
Celestino Durando siguiese de hecho rigiendo la
prefectura general; lo cual permitió a don Domingo
Belmonte dedicar durante dos años la mayor parte
de su actividad al Oratorio 3.
Por eso don Eugenio Bianchi, se presentó a don
Celestino Durando y le dijo que necesitaba mil
novecientas sesenta liras para poder pagar una
deuda muy urgente.
->>Qué quieres?, le respondió. Vengo ahora
mismo de hablar con don Bosco, el cual me ha dado
todo el dinero que había en casa. No queda más.
Entonces don Eugenio Bianchi, entre la espada y
la pared, acudió a don Bosco quien, después de
oírle el caso, respondió:
-No sé qué hacer para contentarte. Mira, acabo
de dar todo lo que había a don Celestino Durando.
Pero debe haber llegado ((**It18.252**)) algo
después que él se marchó, mas no creo que sea
suficiente.
Se acercó a la mesa, tiró del cajoncito y sacó
el dinero. Lo contaron y íhabía mil novecientas
sesenta liras exactamente!
1 Esto queda documentado en la correspondencia
entre don José Lazzero y monseñor Cagliero durante
el curso de 1885 a 1886.
2 Don Francisco Cerruti escribía a monseñor
Cagliero el día 12 de octubre de 1886:
<>.
3 En los anuarios de 1887 y 1888, junto al
nombre del Prefecto general, don Domingo Belmonte,
se lee: <>; y, junto al del Consejero general, don
Celestino Durando, <>.
(**Es18.223**))
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