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los misioneros católicos, cuya actuación, aunque
puede ser beneficiosa para la civilización en sus
principios, después resulta enemiga de las
instituciones liberales de la madre patria>>. Por
otro lado, al tocar el punto más caliente
entonces, constituido por las relaciones entre
Iglesia y Estado, afirmó: <>.
No fue tan mesurada en Roma la Riforma de
Crispi, que dio cabida a una reseña milanesa llena
de veneno contra la <> de don
Bosco, contra sus <>, contra
la competencia en los trabajos de sus hospicios
clericales y el de aquellos <>. Mas, a pesar de
todo, aun rindiendo homenaje a las altas dotes
personales del hombre, deploraba que <>, como se leía en la carta de
invitación para la conferencia 1.
El informe cabal apareció naturalmente en las
columnas del batallador Osservatore Cattolico de
Milán, que se leía entonces por toda la península.
En el segundo de sus dos artículos, decía 2: <>Nosotros hemos ((**It18.204**)) visto
algo de esos intentos en las citas precedentes,
tomadas de diarios más o menos hostiles a la
Iglesia; pero afortunadamente los milaneses no
hicieron caso de estos cantos de sirena,
convirtiendo el poco piadoso deseo de los
politicastros en un a solemne derrota>>.
El articulista que presenció la entrada de don
Bosco en el arzobispado, manifestaba así su
impresión: <>. Narra a continuación la escena del
encuentro con Monseñor:
<(**Es18.183**))
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