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General reeligió a todas las Superioras que
terminaban su mandato 1.
El día ocho de agosto celebraba el Círculo
Católico Obrero de Bérgamo su décimo aniversario
de existencia. La Presidencia comunicó a don Bosco
la noticia y le pidió una bendición especial: él
escribió al Presidente esta bonita carta que junto
con otras de insignes personajes fue publicada en
un número único titulado CARITA.
((**It18.168**)) Doy
gracias y bendigo de todo corazón la bondad del
Señor que en estos tan difíciles tiempos haya
hecho nacer esa pía Sociedad Católica Obrera.
Los consoladores frutos que ha reportado a la
ciudad de Bérgamo son un luminoso ejemplo y nos
animan a promoverla.
Rezaré de corazón a Dios N. S. para que bendiga
y proteja a todos los que de alguna manera toman
parte en esa sociedad y la promueven.
En esta preciosa ocasión, me animo a rogar a
usted y a todos los asociados que, con su gran
caridad, quieran rezar también por mí y por mis
huérfanos, que en este momento pasan de los
doscientos diez mil.
María nos proteja a todos y sea en todos los
peligros nuestra guía segura por el camino del
Paraíso. Así sea.
Turín (Pinerolo) 22 de julio de 1886.
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. Soy viejo y estoy medio ciego; tenga por
tanto paciencia para leer estas mis pobres líneas.
Ya hemos narrado varias veces en este y en
otros volúmenes cómo algunas Asociaciones Obreras
Católicas dirigían sus ojos a don Bosco,
considerándole un gran apóstol de la actividad en
favor de la clase obrera. Por eso sucedía que,
donde había una casa salesiana, las mismas
asociaciones la consideraban como lugar a
propósito para celebrar sus reuniones. Así, el día
tres de junio, la Sociedad Católica Obrera de La
Spezia acudió a celebrar la fiesta de la bendición
de su bandera en el Instituto de San Pablo con
asistencia del conocido cooperador genovés
Mauricio Dufour. Durante el banquete social,
preparado en el patio, después de los vítores al
Papa, al Rey, a la Reina, al Obispo, se vitoreó
también a don Bosco. Su nombre entusiasmó de tal
modo a los presentes que lo repitieron varias
veces con frenesí. Ante aquellos vivas, los
muchachos, que estaban en el salón de estudio,
salieron fuera corriendo y gritando también sin
cesar: íViva don Bosco! 2.
1 Las noticias referentes a las Hijas de María
Auxiliadora se leen en una carta de don Juan
Bonetti a monseñor Cagliero, que publicamos en el
Apéndice, Doc. núm. 33.
2 L'Eco d'Italia, 6 de junio de 1886.
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